WASHINGTON/AP
El presidente Barack Obama dijo que la relación de Estados Unidos con Honduras empieza un “nuevo capítulo” tras un golpe de estado en 2009, al recibir en la Casa Blanca al mandatario centroamericano Porfirio Lobo.
“El presidente Lobo es responsable no solo de ayudar a restaurar el orden constitucional y la democracia”, dijo Obama a reporteros justo antes de iniciar su encuentro con Lobo. “Su compromiso con elecciones libres permitió a Honduras volver a la OEA y reparar las relaciones con sus vecinos”.
Lobo inició en enero de 2010 un mandato de cuatro años, al resultar ganador en unos comicios celebrados tras el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya en 2009, lo cual le valió a Honduras una suspensión de la OEA que fue levantada a comienzos de este año.
Obama señaló que queda “mucho trabajo por realizar” y dijo que analizaría con su colega centroamericano cómo Estados Unidos puede contribuir a un cumplimiento de los derechos humanos y cómo trabajar juntos en el área de seguridad para “evitar que los países de América Central sean corrompidos y desbordados por el crimen trasnacional”.
A raíz de los esfuerzos antinarcóticos que Estados Unidos adelanta en Colombia y México, los carteles mexicanos han comenzando ganar presencia en Honduras y otros países centroamericanos, región que ha alcanzado las tasas de homicidios más altas de mundo para regiones sin conflicto bélico.
Lobo expresó su agredecimiento “por la ayuda permanente que recibimos de Estados Unidos. Sobre todo en tiempos de crisis han sido aliados muy importantes en ayudarnos a reconciliar a la familia hondureña”, dijo refiriéndose a la polarización política que vivió la sociedad hondureña tras el derrocamiento de Zelaya, quien volvió este año a su país tras 16 meses de exilio en República Dominicana.
Lobo también se comprometió a respetar los derechos humanos y reconoció tener “debilidades” como en el área de investigaciones, por lo que “esperamos tener más ayuda de ustedes, que nos fortalezca la capacidad para determinar a los responsables de violaciones a derechos humanos”.
El relator de Naciones Unidas para la libertad de expresión condenó el miércoles el “excesivo silencio” de las autoridades hondureñas ante los crímenes de 23 periodistas durante los últimos cuatro años, de los cuales sólo tres casos han sido aclarados por la policía desde el 2007.
Una vez culminado el encuentro en la Oficina Oval, el canciller hondureño Arturo Corrales lo calificó como un “símbolo de que la relación bilateral ha sido resablecida en pleno. Honduras ha sido un aliado histórico, el impasse del 2009 ha sido superado con éxito y ahora toca enrunmbar la cooperación”.
Por su parte, el asesor presidencial para temas relacionados al hemisferio occidental Dan Restrepo dijo a AP que el encuentro estuvo dominado por los temas de seguridad, derechos humanos y el papel jugado por Estados Unidos tras el golpe del 2009.
“El presidente Obama denunció el golpe el día después de ocurrido, en la misma Oficina Oval, y desde ese momento trabajamos sobre el principio de que teníamos ayudar a que hubiera una solución hondureña a la crisis hondureña”, dijo a AP tras asistir al encuentro de casi una hora entre ambos mandatarios.
Lobo inició la jornada reuniéndose con el subsecretario de Estado William Burns, y luego con el secretario de Agricultura (USDA por sus siglas en inglés) Thomas Vilsack, con quien abordó “la colaboración agrícola existente entre los dos países y fue una oportunidad para ofrecer apoyo continuo para el tratado de libre comercio CAFTA-DR”, dijo un portavoz de Vilsack en un correo electrónico.
Lobo pronunció en la víspera un discurso ante el Consejo Permanente de la OEA, en la primer visita de un mandatario hondureño desde que el organismo multilateral readmitiera a la nación centroamericana después golpe de estado del 2009.
Lobo firmó cinco tratados continentales referidos a tráfico de armas y de drogas, biocombustibles y promoción de la paz, informó la OEA en un comunicado de prensa.
El presidente se desayunó el martes con los senadores republicanos Marco Rubio y Jim de Mint, y posteriormente visitó por separado al secretario de Justicia Eric Holder y a la secretaria de seguridad nacional (DHS por sus siglas en inglés) Janet Napolitano.
Napolitano convocó en julio a funcionarios de seguridad de Honduras, otros países centroamericanos y México, quienes firmaron una carta regional de intención para aumentar el intercambio de información y mejorar la cooperación en el área de seguridad.