A gritos, los pobladores del asentamiento Cristo Rey, en Tipitapa, demandan atención municipal. LA PRENSA/ B. PICADO. [doap_box title=”La distribución de gente” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]Aunque el Gobierno prometió buenas condiciones urbanas para las familias damnificadas con el invierno de 2010, en Villa Solidaridad, Tipitapa, habitan unas 400 familias que fueron evacuadas de La Bocana y que aún no tienen las condiciones básicas. En Cristo Rey, asentamiento de Tipitapa, unas dos mil familias procedentes del barrio capitalino Manchester y de otras zonas del país han sido trasladadas sin las condiciones mínimas. Otro de los asentamientos que también ha protestado ante la comuna local es el barrio San Cristóbal. Ahí la gente ha demandado a gritos y hasta con tranques vehiculares frente a la Alcaldía que la inversión municipal llegue hasta esa zona.

Anne Pérez Rivera

Entre el polvazal de una calle sin atención y el basurero de Tipitapa, pobladores del asentamiento Cristo Rey se apostaron con pancartas y morteros en demanda de mejoras en el servicio de transporte público.

“Los buses pasan tardado. Nos tratan mal. Nos están amenazando con subir el pasaje y ahora hasta han tratado de matar a los que andan en las mototaxis. Todo eso porque no quieren permitir que 36 caponeras y 30 taxis trabajen en la misma ruta para beneficio de la población”, dijo Zeneyda Mayorga, una de las protestantes del Cristo Rey.

Pero la falta de transporte no es el único problema en Cristo Rey, un asentamiento que se formó en el 2008, con las primeras evacuaciones organizadas de la zona costera de Managua.

“No tenemos prácticamente agua, no hay luz y estamos pegados. No hay escuelas, ni delegación policial, no hay centro de salud y ni la ambulancia quiere entrar a este sector”, dijo Irma Solórzano, cabeza de una de las más de 2,000 familias que viven en el Cristo Rey de Tipitapa.

En Villa Solidaridad, otro asentamiento que surgió en Tipitapa con la reubicación de damnificados por el invierno del 2010, también hay muchas necesidades.

“Ya tenemos ocho meses de estar aquí. La pipa nos trae agua día de por medio o cada tres días. No hay luz, aunque con la huelga que hicimos, ya nos prometieron que la van a instalar pronto”, dijo Mayra Morales, habitante del asentamiento Villa Solidaridad.

En ese sector, las casas donadas por el Gobierno tienen paredes de plywood y no todas tienen letrinas.

Los pobladores, además, se quejan de que el bus llega cada tres horas, se queda en la entrada principal y brinda un mal servicio.

LA PRENSA buscó a las autoridades de la Alcaldía de Tipitapa, pero no fue posible contactarlas.

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