14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Carlos Vílchez Navamuel

Cartas al Director

Una carta que no escribió Nancy Iriarte a Chávez


Una carta dirigida al presidente venezolano, Hugo Chávez, ronda en la red. Es una misiva de despedida en la cual se da por un hecho que la enfermedad que padece el presidente es mortal.

Sin embargo, la autoría que lleva esta carta no es cierta, la misiva se la atribuyeron a Nancy Iriarte Díaz, y lo que es peor, en algunas publicaciones se afirmaban que esta señora era una de las exesposas de Chávez. Por ejemplo, Univisión al publicar el contenido de la misma en su página web titulaba: “Nancy Iriarte exesposa de Hugo Chávez, carta de despedida”.

Los venezolanos saben la historia personal del presidente. Para los que la desconocen Wikipedia nos dice que Chávez “Se casó dos veces. La primera con Nancy Colmenares, mujer de una familia humilde de Sabaneta de Barinas, con la que tuvo tres hijos: Rosa Virginia, María Gabriela y Hugo Rafael. Al mismo tiempo, mantuvo una relación sentimental e ideológica con la historiadora Herma Marksman, que duró alrededor de diez años. Luego contrajo matrimonio con la periodista Marisabel Rodríguez, madre de su última hija, Rosinés. Desde el año 2003 están separados, por lo que no hay primera dama en Venezuela”.

La verdad es que la supuesta carta es un artículo que fue escrito por Saúl Godoy Gómez, columnista del periódico El Universal de Venezuela, publicada el 9 de agosto de 2011 bajo el título “Algunas consideraciones sobre tu muerte”. Su contenido refleja el sentimiento de más de la mitad de los venezolanos, envía un mensaje de despedida verdaderamente frío, realista y le recuerda al presidente vehementemente su forma de actuar con sus coterráneos.

Entre las cosas que dice el escrito copio aquí los siguientes párrafos: “No quiero que te marches de esta vida sin antes despedirnos, porque has hecho un mal inmenso a mucha gente, has arruinado a familias enteras, has obligado a legiones de compatriotas a emigrar a otras tierras, has vestido de luto a incontables hogares, a los que creías tus enemigos los perseguiste sin cuartel, los encerraste en ergástulas que no lo merece ni un animal, los insultaste, los humillaste, te burlaste de ellos, no solo porque te creías poderoso, sino inmortal… porque el fin de los tiempos no era contigo”.

“Tengo la leve impresión que ahora sabes que te equivocaste, creíste en un cuento de camino y te creíste revolucionario, y por ser revolucionario… inmortal, convocaste a tu lado a los muertos, a tus héroes, a esos fantasmas que también creíste con vida, a Bolívar, al Ché, a Fidel, al Marx que nunca conociste y que recomendabas su lectura… el andar con muertos te llevó a la magia y a los babalaos, te metiste a jurungar tumbas, y a ofrendarle a una corte de demonios y malos espíritus que ahora te acompañan… ¿Sientes su presencia en el cuarto? Vienen a cobrar, a recoger lo único que tenía valor en tu vida y que tan malamente apostaste por la oscuridad y el mal, tu alma”.

Carlos Vílchez Navamuel


Dos perlas de la educación

Les voy a contar dos perlas ocurridas en España y cazadas por dos padres. La primera es la siguiente: Un niño de 10 años le pregunta a su padre:

—Papá, cuando sea mayor ¿qué seré? ¿hombre o mujer?

Ni qué decir tiene, que el padre se quedó sin habla. La segunda es como sigue:

Un niño, esta vez de 8 años, le dice a su padre:

—Papá, soy gay.

Esta vez el padre logra articular palabra y contesta:

—¿Por qué dices eso?

—Porque en la escuela nos han dicho que si uno es un chico y quiere mucho a otro chico es gay. Y como yo quiero mucho a mi amigo L…

No sé si estas dos perlas se deben solo, al sistema educativo en general y a la educación para la ciudadanía en particular. No lo sé. Como padre de familia numerosa con hijos menores de 10 años me preocupa mucho el tipo de educación moral y sexual que puedan recibir mis hijos en la escuela.

Por este motivo exijo a los, parece que más que posible, nuevos gobernantes de este país llamado España, la derogación de una asignatura: “Educación para la Ciudadanía”, que ha tratado de imponer la ideología de género, con bastante éxito, por lo que las anécdotas del comienzo, indican.

Según esta ideología de género, uno nace hombre o mujer, pero eso es una mera circunstancia, luego a lo largo de la vida uno o una va probando con unos y otras, hasta que encuentra su identidad sexual que puede ser: heterosexual, homosexual, transexual, bisexual, trisexual, pansexual o super-cali-fragilístico-espialidoso-sexual.

Para no tener que explicarles a mis hijos, algo tan obvio como que uno o una es hombre o mujer siempre, aunque sus inclinaciones sexuales vayan a personas del sexo contrario o de su mismo sexo, o se mutile sus genitales; y que el amor de amistad entre dos hombres no indica, ni mucho menos, que sean homosexuales, exijo, repito, que eliminen esta asignatura de los programas educativos.

Alejandro Pérez Benedicto

 

Gigantes bíblicos en nuestras vidas

Los gigantes bíblicos siguen andando sueltos. Los vemos día a día en nuestras vidas.

Muchas veces los hemos enfrentado y nos hemos deshecho de ellos y en otras simplemente nos hemos dado por vencidos, con tan solo verlos, les hemos permitido quedarse en nuestras vidas y hasta los hemos incluido en nuestro diario vivir.

Tus gigantes pueden ser traumas, recuerdos, frustraciones, problemas de salud, problemas familiares o económicos.

No importa de qué tipo sean los gigantes bíblicos, en algún momento nos atemorizamos cuando los vimos y decidimos ser indiferentes con ellos o tratar de crear buenas relaciones con ellos para que la convivencia sea más amena, descartando la posibilidad de sacarlos de nuestras vidas porque los vimos muy grandes para nosotros.

El pueblo de Israel había visto milagro tras milagro desde su salida de Egipto. En Números 13 Jehová le pide a Moisés que mande 12 espías a reconocer la tierra de Canaán.

Cuando volvieron de su misión, 10 de los 12 espías dijeron que era imposible conquistar la Tierra por los gigantes que la habitaban. El pueblo, al escuchar el relato de lo que habían encontrado, se desanimó y se rebeló contra Dios.

A causa de esto, Dios decidió que los únicos que entrarían a la tierra prometida serían Caleb y Josué, los dos espías que no se desanimaron con los gigantes sino que creyeron que Dios los entregaría en sus manos y les daría la tierra que les prometió. Los demás, todo el pueblo, murió en el desierto.

Muchas veces hacemos lo mismo. Vemos la mano poderosa y misericordiosa de Dios en muchas áreas de nuestras vidas pero a nuestros gigantes los tenemos bien instalados con nosotros y es tanto así que ya nos hemos acostumbrado a tenerlos cerca y no nos molestan, tristemente se han hecho parte de nuestras vidas.

Piensa bien cuáles son esos gigantes que están en tu vida y que no se los has entregado a Dios. No vaya a ser que por comodidad, por no hacerle frente a tu gigante, estés perdiendo la tierra prometida. No le creas a la gente que, como los 10 espías, te dice que no se puede. Créele a Dios y Él hará.

No pierdas tu bendición por un gigante. No mueras en el desierto cuando ya estás a las puertas de la tierra que Dios te ha prometido, entra en ella y disfruta de las bendiciones que Dios tiene para tu vida. Esfuérzate y sé valiente. Recuerda que Dios pelea por nosotros.

“¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” Romanos 8:31

Jimena Villalta López

Opinión cartas director publicaciones archivo
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí