EFE
El ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, afirmó ayer que su país está dispuesto a acudir al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para asegurar la paz en Siria frente a la represión de las autoridades del país.
“La Liga Árabe dejó claros sus objetivos. Si esos objetivos no son alcanzados, estamos decididos a trabajar en conjunto, en el Consejo de Seguridad, para que el Consejo de Seguridad de la ONU se pronuncie finalmente sobre la situación en Siria”, declaró en Lisboa, junto a su homólogo portugués Paulo Portas.
El jefe de la diplomacia calificó de “inaceptable” y “salvajada” la represión que, según cálculos de la ONU, ha causado en 2011 más de cinco mil muertos.
Cerca de sesenta observadores de la Liga Árabe se encuentran en Damasco para garantizar que el régimen ponga fin a la violencia contra los manifestantes que piden una democracia.
Juppé valoró “la iniciativa” tomada por la Liga Árabe, pero reclamó que estos enviados “no se pueden dejar manipular por el régimen”.
Violencia intolerable
El ministro de Exteriores portugués se sumó a la posición de su homólogo francés y se mostró dispuesto a apoyar una respuesta a la represión desde el interior del Consejo de Seguridad.
“La violencia y la represión del régimen de Assad son absolutamente intolerables y tenemos que darnos cuenta de que la comunidad internacional está paralizada mientras todos los días se matan a personas”, defendió.
Por otra parte, Juppé reiteró la voluntad de su país para que la Unión Europea (UE) apruebe un embargo a las exportaciones petrolíferas de Irán a finales de enero.
“Tenemos una reunión de ministros de Exteriores el 30 de enero, donde espero que sea adoptado un embargo a las exportaciones petrolíferas de Irán”, afirmó.
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