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Max L. Lacayo

Ignorancia o perversidad

Yo me pregunto que si es suficiente tratar de explicar el fenómeno de la dictadura de Daniel Ortega en el contexto de vicios y virtudes. Esta interrogante recobra validez al observar el comportamiento tanto de los seguidores del dictador como el de sus oponentes. La verdad es que se me hace imposible pensar que en Nicaragua exista tanta falta de virtud.

Si partimos de que en la mentalidad de Ortega la fuerza bruta —aunque usada a discreción— es efectiva para obtener y mantener el poder y si comprendemos que su egocentrismo y sus caprichos de imponerse a gobernar “desde arriba o desde abajo” han hecho creíble su falsa omnipotencia, podríamos encontrar explicación a las motivaciones psicológicas del dictador.

Si reconocemos que la fuerza del pueblo se diluye a medida que se desconocen o se ignoran las responsabilidades ciudadanas, se entiende que el sistema democrático sea insostenible, pues de esa manera el pueblo pierde la capacidad de saber cuestionar, de saber exigir sus derechos.

Y si consideramos que los líderes de oposición y los empresarios políticos, desconociendo el honor y la vergüenza, se esconden —invariablemente— bajo sus propias sombras, debilidades, miedos y vicios, se hace posible apreciar que la ascensión al poder del dictador sea considerada por este como un derecho.

Al juntar todos estos factores vemos cómo entra en función un mecanismo hipnótico en el que, a pesar de su inconstitucionalidad, la candidatura de Ortega y su “victoria” electoral son aceptadas obediente y pasivamente por el pueblo, los empresarios políticos y por los líderes de oposición. Y vemos que mucha gente —de apreciada decencia y bondad— se prepara a someterse a todos los caprichos del dictador y se dispone a contribuir al estancamiento del sistema. Estas son, precisamente, las condiciones que alimentan los vientos huracanados de las desastrosas injusticias que están por producirse.

En este momento es cuando dejan de importar todos los valores, ya sean estos morales o espirituales. Todas las ansiedades se concentran en la seguridad e interés personal. Aquí es donde tanto el tirano como las otras partes empiezan a reconocer que hay “plata para los amigos, palo para el indiferente y plomo para los enemigos”. Esta es la etapa en la que la represión se agudiza, en la que todo se pervierte y las intolerancias crecen.

Yo me pregunto que si los líderes y empresarios políticos comprenden su responsabilidad en la inevitable edificación de esta tiranía. No se dan cuenta que cada día que pase ellos mismos van a encontrar menos libertad. No se percatan que ellos están fabricando las mismas sogas con las que serán colgados. Actualmente es evidente que no existe en Nicaragua un líder interesado en servir a su pueblo. Pero lo que no está claro es cuanto de ese interés por sobresalir se debe a ignorancia, a otras debilidades o a perversidad.

Todos sabemos que es solo cuestión de tiempo para que el contraste entre la necesidad del pueblo y el sentimiento de omnipotencia e intolerancia del dictador alcance su clímax. Todos sabemos que nuevos líderes aparecerán, que el pueblo resistirá. Por qué pues nos empeñamos en ignorar lo que conocemos y en despreciar la paz. ¿Será que todo lo que nos queda es perversidad? El autor es economista y escritor

Opinión

COMENTARIOS

  1. Daniel Monintealegre
    Hace 12 años

    MI querido Max, me impresiona tu agudeza profunda en tocar ste tema. Pero es triste, y muy triste verte verter tanta soberbia y sobre todo tu acostumbrado egocentrismo en nombre de nosotros los empresarios. LA responsabilidad la hantenido otros desde el 90, gobiernos debiles y profundamente corruptos, mas que el sandinismo, donde se robabaron desde el gobierno del 90 hasta Don Enrique el 95 del 100 por ciento. Y de os cuales desde tus asesorías fuiste participe completo, cómplice.

  2. daniel Montealegre
    Hace 12 años

    MI querido Max, me impresiona tu agudeza profunda en tocar ste tema. Pero es triste, y muy triste verte verter tanta soberbia y sobre todo tu acostumbrado egocentrismo en nombre de nosotros los empresarios. LA responsabilidad la hantenido otros desde el 90, gobiernos debiles y profundamente corruptos, mas que el sandinismo, donde se robabaron desde el gobierno del 90 hasta Don Enrique el 95 del 100 por ciento. Y de os cuales desde tus asesorías fuiste participe completo, cómplice.

  3. roberto
    Hace 12 años

    realmente tenemos conciencia de saber de que si en realiadad sabemos que cosa es lo que estamos deseando. Los que no votamos por Ortega, simplemente nos hundismo y desaparecemos en nuestro yo que pierdismo, tan caracterizado en el nicaraguense y aceptamos una presidencia y un presidente, que sabemos que su unico deseo es gobernara a sus anchas, hacer mucho dinero, tener mayor poder y no dejar ese caballo blanco nunca jamas.

  4. roberto
    Hace 12 años

    A veces lo suceptible y sutileza de los Dictadores y su aparato de dominacion, son armas mas efectivas que el palo, el plomo o la carcel. Ortega, despues de haber desgobernado el pais por 10 anos, y haber contribuido a la inestabilidad de los siguientes llamados gobiernos democraticos que le sucedieron en linea, obviamente aprendio la leccion y la ha estado aplicado inteligentemente. LLego al poder y le dio a su socio, real o no, las bancadas y posiciones dentro del gobierno, para alimentar el

  5. roberto
    Hace 12 años

    ego de ese senor, hacerlos sentir con poder? y darles la oportunidad de enriquecerse. Ahora, un nuevo periodo, ilegal pero leglaizado cuando los partidos opositores se inscribieron forzados o no como partido y participar en las elecciones. Ahora listo a tomar el poder de nuevo, los ue ayer renegaron pasan a ser actores dentro de la mala pelicula de antano, y se dice esto y lo otro, pero la verdad es que estan legitimizando el gobierno de Ortega, Y con ello, los del COSEP. QUeremos cambio, pero

  6. JCanoS
    Hace 12 años

    IGNORANCIA Y PERVERSIDAD SE COMPLEMENTAN EN EL ORTEGUISMO. Es, parafraseando a Steven Pinker (en su obra “La TABLA RASA”), la negación “infame” de la naturaleza humana y los derechos que le son inherentes, sacrificados por ambición, intolerancia y animadversión hacia el adversario que no piensa igual. Es la doctrina que escribe el orteguismo en la “pizarra cerebral” de su clientelismo, a pesar del designio contenido en cada ADN, que termina cediendo ante los impulsos primarios.

  7. Multa Paucis
    Hace 12 años

    La clase empresarial sólo comprende sus propios intereses de clase. Para ellos, el proletariado no existe sino bajo el aspecto de la clase que más padece. ¡Vamos! Les importa muy poco el pueblo, mientras puedan engrosar sus cuentas bancarias. En cambio, si pudieran perder mucho con un sistema dictatorial de Ortega, no estarían dispuestos a concederlo, pero, dado que Ortega es el nuevo capitalista, y no afecta las relaciones de producción, no tienen nada que temer. Pregunten en COSEP.

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