Wilder Pérez R.
Esto significa que son pocas las posibilidades de que estén pensando en un punto de unión internacional entre los dos grandes océanos Atlántico y Pacífico.
No obstante, el valor principal que podría tener para Costa Rica, es adelantarse a los hechos, ya que Nicaragua podría ejercer su derecho de construir un canal interoceánico húmedo en la cuenca del río San Juan, que incluye el Gran Lago de Nicaragua.
Según Madriz, si Nicaragua decide utilizar sus aguas para un canal húmedo, tendría ventajas que Costa Rica jamás soñaría, ya que sería un atractivo para las embarcaciones de mediano calado del Caribe que necesitan conectar con el Pacífico o viceversa, y Nicaragua tendría derecho a ocupar el borde costarricense, según el tratado Jerez Cañas.
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Lo que Costa Rica construye sobre la ribera sur del río San Juan, de Nicaragua, es la primera etapa de su canal seco interoceánico, de acuerdo con la “Agenda Nacional de Desarrollo Productivo” de ese país.
Contrario a Nicaragua, que lleva casi 20 años soñando con un canal interoceánico sin agua, sin llegar a concretarlo, el costarricense fue ideado hace seis años, pero solo en 2011 tomó forma, luego que el Gobierno costarricense lo incluyera en su plan oficial.
Al respecto se manejan dos versiones: la oficial y la no oficial.
La primera —contenida en el documento citado— planea unir dos puertos ya conocidos: Limón en el Caribe y Caldera en el Pacífico. Atravesaría la llanura norte y La Cruz de Guanacaste, en la zona fronteriza con Nicaragua.
La segunda versión habla de construir 170 kilómetros adicionales de carretera, a los 160 que ya están ejecutando junto al río San Juan, cuya ribera sur sirve de frontera con Nicaragua.
DECRETO NOCIVO
Fuentes costarricenses no oficiales hablan sobre el puerto Soley como punto final del segundo tramo de la carretera, en el cantón de La Cruz, Guanacaste, antiguo territorio nicaragüense, en una playa de 3.5 kilómetros de extensión.
El puerto Soley tiene mangles y humedales. Además se encuentra muy cerca del Parque Nacional Santa Rosa, pero los recursos naturales no son un problema para el Gobierno de Costa Rica, pues su presidenta Laura Chinchilla emitió un decreto de emergencia en el que dejó literalmente “desprotegidas” las reservas naturales cercanas a la frontera con Nicaragua.
El plan costarricense incluye la construcción de otras carreteras, pero ninguna se está trabajando.
Ver en la versión impresa las páginas: 3 A
