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Ernesto J. Marín

El asombroso siglo XXI

Apenas estamos en el comienzo de su segunda década, mas nos ha ofrecido acontecimientos extraordinarios, nunca vistos y de profundas huellas.

Es el glorioso siglo de la electrónica, de la velocidad sin fronteras, horizontes infinitos. De todo se ha inventado, desde el más avanzado cepillo de dientes con clic incluido y el zumbido de su actividad, la energía eólica, las pantallas de la energía solar, los carros sin el olor del carburante tan silenciosos como los tigres de la India o de sus primos siberianos.

La sabiduría parece romper todas las limitaciones, basta saber el por qué del molesto siseo de los zancudos que nunca duermen, que cazan de noche, cuando de frente a nuestros oídos toman puntería antes de comenzar a desayunarnos. ¿Cómo explicamos el ruidito de estos insectos? Sencillo, apúntelo. Es el movimiento de sus alas, el aleteo es tan veloz que rompen la barrera del sonido y producen ese característico silbido.

Es la época del clic. Recuerdo que estando en Viena tomándome una cerveza en un Bier Garten se me ocurrió hablarle por el celular a mi hija. Ella es campeona en hamburguesas. En fracciones de segundos sonó su voz en Managua. Papá estoy en McDonald’s. ¡Dios Santo! pensé yo, casi diez mil kilómetros recorridos en la duración de un clic. Los milagrosos chip, los satélites celestiales, todo para saber que ella estaba comiéndose unas papas fritas en ese momento. Hace dos siglos con el invento de los rayos X por el científico alemán profesor Willhem Rotgen, Nobel de Física, así como el teléfono, la radio, se calculaba que cada cien años se producían dos, tres inventos importantes y no más. Actualmente en el tiempo de la cibernética, el email, el google, youtube, yahoo, la TV de plasma, las bujías de cinco años y muchísimas más novedades que han ocurrido solo en los últimos quince años y día a día surgen como hongos silvestres nuevos artilugios y descubrimientos en todos los niveles de la vida del planeta. Es imposible recordarlos todos. Día a día hay un cambio de algo más avanzado que el otro día de ayer, que ya es del pasado que nunca se repetirá. Mientras ocurren estas maravillas del saber humano, ha surgido un increíble movimiento de masas de enormes dimensiones. Un tsunami, un terremoto, un tifón, como un coloso tornado de raíces sociales que ya está sacudiendo al planeta. La llamada Primavera Árabe comenzó en Túnez, la gente invadiendo calles y plazas, 32 años de tiranía con Ben Alí y su familia hoy exiliada en Arabia Saudita. Continuamos con El Cairo, Hosni Mubarak, 42 años de terror. Libia, su beduino de oro, muy familiarizado con la Nicaragua actual cayó fusilado por la justicia popular, así terminó la familia Gadafi. La Siria de Bachar al Assad está por sucumbir. Yemen con los días contados.

Con apenas once años el nuevo siglo ha superado al extenso período de la pasada Guerra Fría, y las nuevas democracias después de larga espera han fraguado un hermoso espacio de la actual geografía en los territorios liberados.

Tantos acontecimientos cambiantes como frecuentes que ocurren y que al día siguiente nos parecen intrascendentes, porque ya esa conmoción ha sido superada por nuevos sucesos. El autor es diplomático retirado

Opinión

COMENTARIOS

  1. carlos garcía
    Hace 12 años

    Ese señor es cirujano dentista, no “DIPLOMÁTICO”, pues de diplomacua no sabe nada. Sean mas serios.

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