Gerald Hernández
La regionalización de los peloteros para el próximo Campeonato Nacional de Beisbol Superior le dará la oportunidad de recuperar su gloria a equipos como Rivas y León, que en los últimos años no habían contado con varios de sus mejores peloteros porque cada equipo tenía un limitado cupo de jugadores de primer nivel.
Al Rivas lo eliminaron en la primera vuelta del torneo anterior y León, que clasificó con las completas, fue último en la segunda etapa.
En segundo término, en busca de saltar a los primeros planos estarán Granada, Masaya, Chinandega y Matagalpa.
Un tercer grupo, de acuerdo al nivel de competencia, sería el compuesto por Estelí, Chontales, Carazo y Jinotega.
Finalmente, los equipos más débiles serán Río San Juan, Madriz, Nueva Segovia y Boaco.
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Los grandes perdedores serán Estelí y Carazo, dos de los semifinalistas de la última liga y que se apoyaron en la contratación de peloteros foráneos para saltar a los primeros planos. Con el nuevo formato, estos dos equipos perfilan a quedar de la mitad de la tabla hacia abajo.
Por otro lado, conjuntos como el Bóer y Costa Caribe continuarán dominando el escenario. Los capitalinos por tener abundante talento y los costeños por el trabajo que han hecho en el desarrollo de sus peloteros.
Otros equipos como los de Granada, Masaya, Chinandega y Matagalpa tienen una base lo suficientemente considerable como para considerarlos de peligro, y un poco más abajo en el escalafón están Estelí, Chontales y Jinotega.
Los conjuntos que más sufrirán con la regionalización son Río San Juan, Madriz, Boaco y Nueva Segovia, quienes juntos no tienen un solo jugador de calibre de la selección nacional.
En los pasados torneos estos equipos debutantes tuvieron la oportunidad de adquirir un par de jugadores de grueso calibre cada uno, lo que les daba un poco de atractivo, pero ahora deberán conformarse con los jugadores que no alcancen en los otros equipos.
En este primer año de la regionalización, el cambio será duro porque la mayoría de las tropas de nuestra liga no tienen sucursales juveniles para nutrirse y no han trabajado en el desarrollo del beisbol en su región.
Es un hecho que se acabó el equilibrio que hubo en los últimos años, en los cuales Jinotega disfrutó de una clasificación a la segunda vuelta en el 2010, Carazo casi se mete a la gran final en el 2011 y Estelí fue campeón por primera vez en su historia.
La regionalización obligará a los equipos a producir jugadores, lo cual es bueno, siempre y cuando se mantenga un plan y el próximo año se cambien las reglas de juego.
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