Agencias
Vida
Muchas veces los miedos de los niños proceden de experiencias que no pueden entender y que les asustan. Entre ellas está: las reacciones de otras personas ante cosas o eventos.
Así como las tensiones entre los miembros de la familia y las separaciones prolongadas de los padres.
Una forma de ayudar a sus hijos es hacerle saber siempre que les comprendemos, hacerle sentir que es amado y protegido.
Los especialistas recomiendan utilizar palabras y caricias de consuelo, ya que el contacto físico le ayudará a relajarse.
Si está asustado por el día o por la noche, su presencia y contacto es fundamental para ellos.
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