El hámster es una mascota silenciosa, que no ocupa mucho espacio y que no requiere unas atenciones excesivas. Además es un buen compañero de juegos para los niños porque carece de agresividad. Una vez en la tienda, habrá que poner atención al aspecto del ratón, que será indicio de su estado de salud. Si está sano se moverá con agilidad y algo de nervio, siempre atento al entorno. En cuanto a su pelaje ha de ser esponjoso y uniforme, mientras que sus ojos deben ser oscuros y brillantes. En cambio hay que rechazar a un hámster que reaccione de forma débil y se muestre letárgico. Así como los que presenten cola húmeda, hinchazón o impurezas en boca, patas, orejas o nariz y el hocico muy seco o húmedo.
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