Edgard Rodriguez
Resulta fácil evaluar una carrera repleta de galardones y viajes al Juego de Estrellas. Johnny Bench, por ejemplo: dos veces Más Valioso de la liga, diez Guantes de Oro y 14 participaciones en los clásicos estelares.
Lo complicado en revisar lo actuado por Jorge Posada y determinar si debe ir o no, al Salón de la Fama. Su punto luminoso son sus cinco Juegos de Estrellas, pero no busquen Guantes de Oro o cualquier otro título importante.
Posada no tuvo logros de carácter individual y sin embargo fue pieza clave para la obtención de cinco campeonatos para los Yanquis, para quienes fue receptor titular de 1997 a 2009, mostrando una llamativa consistencia.
Este boricua seleccionado por los Yanquis en 1990, como segunda base, está por anunciar su retiro, tras 17 temporadas, en las que resumió promedio de .273, con 275 jonrones y .1065 carreras impulsadas, más 936 bases por bolas recibidas.
Posada no es de la liga de Bench o Iván Rodríguez, pero fue mejor defensor que Mike Piazza, quien no obstante, lo superó bate en mano. No ganó guantes de oro, pero su defensa fue muy aceptable. Y al bate, se hizo sentir cuando importaba.
Sus cifras incluso indican, que tuvo mejor OPS (.848) (porcentaje sobre las bases y slugging) que Bench (.817), Fisk (.797) y Carter (.773), lo que resalta su gran aporte al bate. Sin su presencia, no serían 27 los títulos de Serie Mundial de los Yanquis.
Pero será interesante descubrir en el 2017, cuando sea elegible, que dicen los votantes. Por ahora, lo coloco en el borde. De todas formas, hay tiempo para debatir.
Ver en la versión impresa las páginas: 11 B