El placer del videojuego no es el mismo que dan los juegos de azar. Son sensaciones diferentes. Imágenes de resonancia magnética obtenidas de 154 niños, de 14 años de edad, mostraron que el estriado ventral de los que juegan un promedio de nueve o más horas a la semana era considerablemente mayor que el de los que jugaban menos horas. El estudio no es concluyente sobre si jugar aumenta el tamaño de esta zona del cerebro o si en cambio los niños con mayor materia gris en el estriado ventral serían más propensos a jugar videojuegos y obtener placer por ello.
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