Lucía Navas
Para Solón Guerrero, representante del gremio ganadero, es “ridículo” que el banco estatal cobre igual tasa de interés que un banco privado por un préstamo con fines productivos.
Rosales encuentra positivo que se manifiesta una tendencia ligeramente de disminución de la liquidez, con la que cuenta el sistema y evidencia que hay interés de dar financiamiento.
Los depósitos también crecieron al sumar 3,632.83 millones de dólares al 16 de enero de 2012.
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La queja del presidente de la Federación de Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (Faganic), es que en el estatal Banco de Fomento a la Producción (Produzcamos), los programas de financiamiento cobren entre 10 y 12 por ciento de interés anual. “Se supone que es (banco) de fomento y no pueden estar esas tasas al nivel de la banca privada”, dice.
Guerrero explica que la inconformidad con el Produzcamos es porque si bien en su entrada en operaciones al Sistema Financiero Nacional (SFN) “sirvió para que la banca comercial ajustará y bajará los intereses, hoy por hoy los bancos privados son más agresivos al ofrecer mejores tasas en algunos tipos créditos, pues en algunos casos andan entre 10 y 15 por ciento”.
Pese a esto, para Faganic en general la banca privada debería bajar más los intereses al crédito. Y es que a pesar de haber mejorado durante el último año, ese dinero sigue siendo caro.
La tasa activa promedio en general de los préstamos es del 22.4 por ciento. Aunque en moneda extranjera (dólares) pasó del 15 al 11.4 por ciento, la tasa promedio en córdobas pasó de 44.8 al 48.8 por ciento.
PRÉSTAN MÁS
Aún así la recuperación del crédito productivo es evidente de parte del Sistema Financiero, pues cerró el 2011 totalizando 1,130 millones de córdobas la cartera neta.
El Banco Central de Nicaragua (BCN) indica que hay más financiamiento al sector comercial, agropecuario, industrial, lo cual va vinculado al crecimiento de la economía que cerró en 4.7 por ciento el año pasado.
Luis Rivas, gerente general del Banpro, confirma que la respuesta es “precisamente a lo que las autoridades han tratado de impulsar a través de nuevas normativas y reformas que cambian los incentivos para que los bancos canalicen más recursos a los sectores productivos y menos para los préstamos de consumo”.
“Ahora bien, los préstamos de consumo continuarán siendo importantes, puesto que en el 2011, el consumo interno, junto con la inversión, fueron los propulsores más importantes del crecimiento de la economía”, afirma Rivas.
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