Un estudio realizado con personas que querían dejar de fumar, las que hacían ejercicios de fortalecimiento durante una hora dos veces a la semana, por espacio de tres meses, duplicaron sus probabilidades de lograrlo, comparadas con otras que no hacían ejercicio.
Dejar de fumar es un reto que necesita de auténticas y profundas motivaciones para conseguir el éxito. Todos conocemos los beneficios que la ejercitación física nos ofrece y por ello, muchos son los fumadores que se aferran a esta para contrarrestar los daños del tabaco. Sin embargo, muy lejos de los que se cree, combinar el hábito de fumar con una ejercitación regular puede ser muy peligroso para el organismo, es por ello que si vamos al gimnasio olvidemos la cajetilla de cigarros por un buen tiempo. No combinemos.
Durante el esfuerzo físico, el cuerpo requiere de una tarea extra y es aquí donde pueden surgir afecciones más comprometedoras para la salud, tales como arritmias, taquicardias, falta de oxigenación de los tejidos que incrementan el riesgo de sufrir daños a nivel coronario y pulmonar. Por otro lado, diversos estudios han confirmado los perjuicios del tabaco sobre los músculos, concluyendo que los fumadores tienen una recuperación postesfuerzo más lenta.
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