ISLA DEL GIGLIO / AFP
Dos nuevos cadáveres del naufragio del “Costa Concordia” fueron hallados ayer en el puente número 4, cerca del cibercafé del crucero, diez días después de la tragedia, informó el comisario del gobierno que gestiona la catástrofe, Franco Gabrielli.
De los 15 cadáveres hallados, solo ocho han sido identificados por el momento (un español, un italiano, un alemán, un húngaro y cuatro franceses). Siguen desaparecidas unas veinte personas, entre ellas varios alemanes, una pareja de franceses, dos jubilados estadounidenses y una niña italiana.
INICIA BOMBEO
Tras haber reunido las opiniones de los expertos, Gabrielli dio luz verde al tan esperado inicio del bombeo de combustible. Las actividades de bombeo y de búsqueda de los desaparecidos al ser “absolutamente compatibles, di orden de iniciar la actividad de bombeo”, dijo.
Paralelamente, continúa la investigación para determinar la responsabilidad del capitán del buque, Francesco Schettino.
Poco antes de ser detenido luego del naufragio, el capitán se habría reunido con una “elegante rubia” a quien le habría entregado su ordenador personal. Según la prensa italiana sería una abogada vinculada a la empresa propietaria del buque, Costa Crociere, pero la compañía desmintió “categóricamente” haber recibido “algo de Schettino” después del accidente.
Cuando el barco chocó con un arrecife, lo que provocó el naufragio, el capitán estaba en el puente con varias personas que no deberían haber estado, según la prensa, como el “maitre d’hotel” Antonello Tievoli, a quien le quería mostrar la isla de la que es oriundo.
El pequeño grupo habría intercambiado bromas, lo que le habría impedido al capitán concentrarse cuando el buque iba demasiado rápido (15 nudos). Luego, cuando la gravedad del accidente era evidente, Schettino se habría retirado brevemente a su camarote.
La prensa italiana insistía también en que el “saludo” del barco a la costa habría sido previsto y autorizado por la compañía, pero esta lo niega.
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