Por Edgard Rodríguez C.
Después de tres batallas, la Serie Final ha situado la realidad a la par de las expectativas. No solo porque los pronósticos que colocaban al Bóer adelante, se han materializado, sino porque tanto Indios como Tigres, han jugado con el voltaje alto y con gran calidad.
Sin alarde, ni pólvora excesiva, pero con firmeza y oficio, el Bóer se ha ido al frente, ante un Chinandega al que le ha faltado pulso con el bate, pero le ha sobrado carácter y fe en su reacción, y que hoy, pone sus esperanzas en el brazo derecho de Vicente Padilla.
“Va Padilla. Eso está confirmado”, ha dicho Omar Cisneros, mentor de los Tigres, quien sabe que podría ir al partido clave en la serie. Un revés hoy, lo dejaría atrás 1-3, con un Bóer que intentaría rematar mañana en Managua. Pero un éxito, los trae a la pelea.
Y aunque Omar no está temblando, sabe que el margen de error para su equipo es angosto.
Por tanto, hoy más que nunca, el aporte de Padilla es trascendental, para un equipo que ha levantado siempre dudas por su pitcheo, pero que en la Final, ha estado presente.
Mientras tanto, Julio Sánchez, el timonel de los Indios, reconoce que no es tiempo para la celebración, pero admite que está contento de ver a su equipo alzarse con dos victorias, a pesar que su artillería todavía no se calienta, algo que espera consiga esta noche.
“Nosotros sabemos que se usa el nombre de Padilla como arma psicológica, pero tenemos que enfrentarlo si decide lanzar. Ya hemos hablado de la estrategias que debemos seguir y tenemos confianza en que podremos salir adelante”, aseguró el mentor capitalino.
Sánchez, tal como lo estableció en su rotación, va hoy con el fornido Elvin Orozco, quien fue el máximo ganador de la tribu (7-2 y 3.35) en la campaña regular, y que aunque no es Padilla, ha mostrado su temple en duelos ante Cuba con la Selección Nacional.