Por: Félix Rivera
Olor a pino, carretera de talpetate en buen estado y en vías de pavimentación. Lugar apacible y callado en el kilómetro 4 de la carretera San Rafael del Norte-Yalí, le espera el Canopy La Brellera, donde se respira tranquilidad y naturaleza.
En el lugar, perteneciente al municipio de San Rafael del Norte, lleno de historia épica, turística y religiosa, alrededor de densos pinares bajo un clima de nebliselva, el trino de las aves multicolores, el mugido del ganado bovino y alrededor de kilómetro y medio de cables, más dos puentes colgantes, usted se podrá desplazar y desde las alturas contemplar los paisajes y la belleza escénica de la zona.
San Rafael del Norte es el municipio de Jinotega con más afluencia de turistas debido a la historia y las batallas épicas a finales de la década de 1920 del general Sandino y su Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, luego con el Tepeyac y el proceso de beatificación y canonización del querido y venerado sacerdote Odorico D’Andrea, cuyos restos yacen en el sarcófago, altar mayor aéreo ubicado en el Tepeyac, obra monumental del padre Odorico, con las catorce estaciones del vía crucis; el famoso río Los Encuentros, de agua tibia y helada y ahora el Canopy de La Brellera, el quinto de este tipo en el país.
La Brellera es uno de los cinco canopy que hay en Nicaragua y es el único de la zona norte central del país. Con una inversión de sesenta mil dólares, su dueño, Francisco Gutiérrez, ha logrado que mil doscientos turistas nacionales, de Estados Unidos, Europa, Centro y Sudamérica hayan visitado en tres años el canopy, según el libro de registros, con tarifas que van desde los quince dólares por persona por un recorrido de 45 minutos, más un tour corto de seis cables, dos puentes colgantes y un descenso en cuerda, trece dólares la media hora y un tercero de dos cables y un descenso en cuerda de quince minutos que cuesta siete dólares por persona.
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