Nueva York / AP
Más allá del choque entre los Patriots de Nueva Inglaterra y los Giants de Nueva York en el Súper Bowl, hubo otro enfrentamiento que para muchos fue el verdadero: la lucha entre los anunciantes por ganar la atención del teleauditorio.
El Súper Bowl es el escenario más grande de la publicidad estadounidense: las empresas gastaron un promedio de 3.5 millones de dólares para transmitir ayer sus comerciales de apenas 30 segundos durante el partido.
Los anuncios de este año recurrieron a celebridades, el atractivo sexual y la nostalgia para atraer a los más de 111 millones de telespectadores que sintonizaron el partido.
Varios anunciantes apelaron a actores o celebridades con poca ropa para llamar la atención hacia sus anuncios. Un comercial de la cadena minorista de ropa H&M mostró al astro del futbol David Beckham en ropa interior.
Tanto la floristería en línea Teleflora como la fabricante de automóviles Kia contrataron a la modelo de la cadena Victoria Secret’s, Adriana Lima. Un anuncio de Toyota, que representó varios objetos “reinventados” en el estilo de su “reinventado” sedán Camry, mostró un lecho “reinventado” formado por mujeres en bikini.
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