Edgard Rodríguez
Esperar la aparición de otro Denis Martínez quizá sea igual que aguardar por el surgimiento de un poeta del calibre de Rubén Darío, un boxeador con el material de Alexis Argüello, un pintor que maneje el pincel con la precisión de Armando Morales o un escritor con la imaginación y pluma diestra de Sergio Ramírez.
Pero lo esencial es que hemos tenido esos referentes, que aparte de tener un talento excepcional, tuvieron la disciplina para cultivar sus herramientas y convertirlos en habilidades, a través de las cuales han dejado indelebles huellas en los distintos escenarios de la vida nacional y más allá.
Quizá por ello, aunque los reflectores lo seguían a él, la mirada de Erasmo Ramírez seguía a Denis, mientras los asistentes a la Premiación de la Crónica Deportiva, lo ovacionaban en una noche mágica y motivadora, y además justa, al reconocer no solo el esfuerzo, sino la excelencia de los homenajeados.
Erasmo junto a un buen grupo de nicas, batallan en el beisbol de las Ligas Menores. Desean trascender, hacerse un nombre y asegurarse un lugar en la historia. Y quizá la ventaja de disponer de ejemplos como Denis, es que además de motivarlos, los deja sin excusas. Martínez lo hizo, así que se puede llegar.
La fórmula la explicó Denis insistentemente la noche del sábado: dedicación, sacrificio y confianza en tus habilidades. De otro modo es imposible triunfar. Esas herramientas también las tuvo Alexis, y seguro Darío, Morales y resto de figuras nicas que se hicieron cargo de sí mismos y trascendieron.
Ahora es el turno de Erasmo, quien lucha por un espacio en los Marineros; de Wilton López, quien batalla por consolidar su carrera; de Evert Cabrera, quien intenta regresar a la cúspide; de Juan Carlos Ramírez y de muchos otros pinoleros más que pretenden dejar huellas en la historia deportiva nacional.
Ver en la versión impresa las páginas: 12 B