Por Teresa Cerojano
MANILA/AP
Decenas de personas continuaban desaparecidas este martes luego de que un fuerte sismo provocó deslaves y dañó edificios y caminos en una isla de Filipinas. La cifra de muertos subió a 22, pero las autoridades consideraron probable que aumente debido a que los socorristas tienen dificultades para llegar a zonas remotas.
El terremoto del lunes, de magnitud 6,9, derrumbó puentes en la isla de Negros, lo que obligó a soldados y bomberos a escalar montañas para llegar a aldeas alejadas. La mayoría de las muertes confirmadas ocurrieron en el poblado de Planas, perteneciente a la ciudad de Guihulngan, donde unas 30 casas quedaron enterradas bajo escombros de concreto.
Benito Ramos, director de la Oficina de Defensa Civil, dijo por teléfono que el número de decesos por el sismo subió a 22. La mayoría de los nuevos muertos eran víctimas heridas que fallecieron en el hospital, dijo.
Pero Adrián Sedillo, un funcionario del consejo de desastres de la provincia de Negros Oriental, dijo que el número de muertos probablemente subirá. Hubo reportes de otros 14 decesos, pero la cifra no se sumará al conteo oficial sino hasta que las autoridades verifiquen que los cuerpos fueron recuperados, añadió.
Uno de los muertos que aún no se incluye en el conteo era una mujer joven cuyo cadáver fue recuperado de entre la tierra desprendida en el poblado montañés de Solongon, en la ciudad de La Libertad.
La televisora ABS-CBN de Manila reportó que la joven envió un mensaje de texto a sus familiares horas antes para informar que seguía con vida y pedirle a los rescatistas que se apresuraran.
Un número desconocido de personas quedaron atrapadas cuando una parte de la montaña se derrumbó y enterró un centenar de viviendas.
Aún se desconoce el paradero de al menos 82 personas.
El alcalde de Guihulngan, Ernesto Reyes, dijo que el daño podría ser mayor debido a que el sismo afectó los sistemas de comunicación de algunos poblados.
“No tenemos agua ni electricidad porque los postes de electricidad se cayeron”, dijo Reyes a The Associated Press por teléfono. “Muchos de nuestros caminos quedaron dañados, incluyendo puentes… Estamos aislados”.
Filipinas se sitúa en el Anillo de Fuello del Pacífico, donde son frecuentes los temblores y la actividad volcánica. Un sismo de magnitud 7,7 mató a casi 2.000 personas en Luzon en 1990.