Panamá regresó a la calma ayer después que el martes el gobierno y la dirigencia de la etnia Ngöbe, acordaran “reiniciar un diálogo” tendiente a reelaborar una ley que discute el Congreso, en la que los indígenas piden que se prohíba la minería y las hidroeléctricas en sus territorios. El acuerdo puso fin a 8 días de protestas que causaron dos muertos. Las autoridades liberaron a más de 150 personas detenidas desde el 30 de enero.
AFP
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