Médico Internista
Nuestro pueblo conoce como “topa” a la parotiditis, una infección viral contagiosa, aguda y generalizada cuya característica es inflamación de una o ambas glándulas parótidas que se localizan delante de nuestras orejas.
El virus causante de la “parotiditis epidémica” es un paramixovirus, ataca durante el invierno y se transmite a través de gotitas de saliva que expulsamos al toser, estornudar, entrando en la persona sana en boca y nariz y pasando después a la sangre y parótidas. Los síntomas que avisan inicio de la enfermedad son fiebre, malestar, dolores musculares y falta de apetito. Al día siguiente aparece inflamación de las parótidas y duelen, el dolor se extiende a oídos y hay dificultades para comer, tragar o hablar.
En 20 por ciento de los casos en adolescentes varones se produce dolor e inflamación con aumento de tamaño de un testículo lo cual concluye en atrofia testicular.
Antes del desarrollo de la enfermedad, durante o después puede aparecer meningitis aséptica y el paciente se queja de dolor de cabeza, rigidez de nuca y somnolencia, dichosamente este cuadro casi siempre cura espontáneamente.
Otras manifestaciones son incoordinación motora por malfuncionamiento cerebeloso, parálisis facial, síndrome de Guillain-Barré e hidrocefalia. El tratamiento de estos casos es sintomático con analgésicos, compresas frías en parótidas o testículos inflamados . Quien ha padecido la enfermedad queda inmunizado, es decir no repite. Lo mejor es la prevención a través de la vacuna contra la parotiditis.
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