La alta comisionada para los derechos humanos de la ONU, Navy Pillay, mostró ayer su consternación ante los 193 miembros del organismo por la situación en Siria y alertó de que el país se sumirá “pronto” en una guerra civil si continúan los “ataques indiscriminados” contra los civiles.
Pillay, quien pidió acción a la comunidad internacional para terminar con la violencia, aseguró que la ONU cuenta con “pruebas creíbles” de que Damasco ha cometido “crímenes contra la humanidad” desde que iniciaron las protestas hace 11 meses, tiempo en que la ONU ha registrado 5,400 personas, entre ellas 400 niños.
EFE
Ver en la versión impresa las páginas: 12 A