César Ubeda Bravo
Para el analista político Carlos Tünnermann todos los magistrados del Consejo Supremo Electoral (CSE) deben ser destituidos porque han participado en tres fraudes electorales: las municipales del 2088, las regionales del 2009 y las presidenciales del 2011.
Según Tünnermann, la oposición en la Asamblea Nacional no debe ceder a que repitan algunos magistrados ante el ofrecimiento de tener uno o dos representantes en este poder del Estado.
También considera que Daniel Ortega debe estar claro que la opinión pública nacional e internacional están pendientes de la despartidirización de los poderes del Estado, principalmente del electoral después del informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del preliminar de la Unión Europea (UE), que denunciaron serias anomalías en el proceso electoral del 6 de noviembre.
No se descarta que algunos magistrados del CSE repitan en sus cargos, después de declaraciones de la Alianza PLI, que aseguran que se debe ser pragmáticos y no vetar candidatos. ¿Cuál es su valoración?
Sería lamentable. Confirmaría que no se ha podido desterrar de la mentalidad de la clase política de ir a negociar cargos políticos en los poderes del Estado. Sería un mal mensaje para los nicaragüenses, incluso por lo que votaron por la Alianza PLI.
Ninguno de los actuales magistrados que participaron de los fraudes electorales del 2008, 2009 y 2011 deben repetir. Ninguno es aceptable, porque su presencia no daría garantía de que se va a respetar la voluntad popular.
Por otro lado, creemos que no vale la pena aceptar que repitan algunos magistrados a cambio que se dé a la sociedad civil y a la oposición uno o dos magistrados. Ya no caben cuotas partidarias en el CSE.
De acuerdo a Tünnermann, el criterio de la sociedad civil, del Movimiento por Nicaragua y la Unión Ciudadana por la Democracia, es que debe haber una renovación total del CSE.
DEVOLVER AL CIUDADANO INSTRUMENTO Democrático
Consideró que el presidente inconstitucional debe darse cuenta que el poder electoral debe despartidarizarse, porque la opinión pública nacional e internacional están pendientes de este tema después de las cuestionadas elecciones y de los informes de la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea.
De acuerdo a Tünnermann, todos los magistrados, aunque tengan sus simpatías políticas, deben ser independientes, creíbles, de trayectoria honorable, que respeten las leyes para dar garantía que se respetará la voluntad popular.
“Debe devolverse al ciudadano el instrumento democrático para dirimir sus diferencias, que es garantizar unas elecciones transparentes donde se respete el voto popular”, reiteró el analista político.
El también dirigente del Movimiento por Nicaragua, recordó que los poderes del Estado se partidirizaron con el pacto de Arnoldo Alemán con Daniel Ortega, quienes ubicaban a las personas por lealtades y respondían a caudillos.
No obstante, se mostró confiado en que la oposición en la Asamblea Nacional tenga la madurez suficiente para evitar caer en las tentaciones de repartirse cuotas de poder.
“No caben cuotas partidarias en el Consejo Supremo Electoral. Se debe elegir en función del interés nacional. Que haya garantías que el voto realmente cuente”, reiteró.
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