Martha Vásquez
El también catedrático plantea que antes de tomar una decisión, los gobiernos involucrados deben invertir recursos vía presupuesto en investigaciones científicas, e incentivar a la empresa privada que participe aportando capital para crear conocimiento y generar acciones sobre el uso libre de drogas.
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Ante la propuesta del presidente guatemalteco Otto Pérez, a sus homólogos de Latinoamérica y Estados Unidos, de debatir y eventualmente aprobar la despenalización del consumo de drogas como una posible fórmula para reducir la violencia en el continente, el catedrático e investigador Sergio Cuarezma expresó que es “tentadora” y abre “un abanico de realidades y desafíos para la región”.
Además pondría a prueba la calidad de las instituciones en la región, porque a su criterio despenalizar el transporte, expendio y consumo de droga implica que las instituciones de salud regulen su prevención, consumo, creen programas de rehabilitación y garanticen la salud del consumidor, analizó Cuarezma.
“Se debe ver el tema como política pública de salud y no como una maldición. Se debe reforzar las instituciones de salud, prevención para evitar el contagio de enfermedades como el sida o la hepatitis B”, observó el jurista.
Para Cuarezma la idea del presidente Pérez Molina llevaría a “exponer” la solidez o no del Estado de Derecho regional. Además, el fracaso de la persecución contra la droga “sacaría a flote todo el proceso de descomposición de algunas instituciones estatales de la región como sobornos, corrupción, tráfico de influencia, lavado de dinero, confiscaciones de propiedades, protección a narcotraficantes, entre otros vicios”.
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