Wendy Álvarez Hidalgo
América Latina está en su mejor momento. La crisis financiera y económica de las grandes potencias le ha permitido que deje de verse como “el estudiante que siempre llegaba tarde”, para ser “la región con un alto potencial de crecimiento”. Ha sabido sortear con efectividad la crisis. América Latina brilló y su creciente liderazgo fue patente en Davos, Suiza, durante el Foro Económico Mundial realizado del 25 y al 28 de enero.
Félix Maradiaga, vicepresidente de Planificación Estratégica y Desarrollo de Negocios del Grupo Coen, es de los pocos nicaragüenses que fue testigo de ese resurgimiento de Latinoamérica en el foro, liderado por México y Brasil. Y en esta ocasión comparte sus percepciones y los escollos que debe superar la región para alcanzar la cima del liderazgo mundial. Nicaragua tiene mucha tarea en materia jurídica, advierte.
¿Qué lecciones han aprendido los líderes mundiales sobre la crisis?
Ese fue el tema que predominó en el foro. Sobre la mesa la pregunta que dominó los distintos paneles de la semana de reuniones fue: ¿la crisis está indicando que el capitalismo está en crisis? Es decir que no solo se trata de una crisis financiera ni es solamente económica, sino que es una crisis de modelo. Y en ese sentido la primera lección aprendida es que el modelo de rápido crecimiento, sin prudencia fiscal, sin prudencia regulatoria y sin el sustento de los productos financieros, por ejemplo, bonos financieros, fondos de inversión, que han sido cuestionados, no es replicable. La segunda es que el Estado sigue jugando un rol en materia fiscalizadora y regulatoria. Y una tercera lección es que la volatibilidad de precio de algunos productos, como los commodities y los hidrocarburos, abren nuevos riesgos importantes para el mundo industrializado, pero (también) oportunidades para el mundo en desarrollo.
¿Y qué oportunidades habrían para Latinoamérica?
Lo que se pensó que eran productos ilimitados, como el petróleo, las reservas de metales, las reservas alimenticias, se ha demostrado que el mundo industrializado descuidó la inversión en los agronegocios, la inversión de calidad en la explotación de los recursos naturales. Y es interesante después de tener tres años de participar en este foro que por primera vez la atención estaba centrada en la inversión de calidad y en los recursos naturales. Y hago esta reflexión para valorar las oportunidades que tiene América Latina y en ese sentido le recuerdo que Nicaragua como el resto de países de Latinoamérica se encuentra frente a una gran oportunidad histórica que no se puede desaprovechar. Hoy tenemos precios récord en muchos de los productos agropecuarios que antes eran transados a precios injustos.
“América Latina tiene un futuro optimista. Pero tenemos muchas particularidades que resulta difícil predecir un rumbo similar para todas las zonas. En el caso de Centroamérica y México el futuro es optimista siempre y cuando se pueda resolver la crisis de seguridad, cuyo tema continúa siendo de alta preocupación”.
“En el caso de Sudamérica, el modelo brasileño y chileno se convierten en historia de éxito que van a ser sin duda los primeros dos países que entrarán en el círculo de la economía global”.
“Y finalmente está el Caribe, donde está el mar y donde hay grandes oportunidades que se podrían explotar con responsabilidad”.
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Durante el foro ¿cómo se veía América Latina en medio de la crisis?
Este fue un momento cumbre para América Latina y creo que hay que felicitar en gran parte al liderazgo del presidente Felipe Calderón, de México, que este año asumirá la presidencia del G-20. Y retomo sus palabras: América Latina ahora tiene algo que enseñarle al mundo. Y en el marco del diálogo sobre la crisis financiera, Calderón recordaba que América Latina es una de las zonas del planeta menos afectada por la crisis. No estamos diciendo que no hay riesgos latentes o daños colaterales por la crisis financiera, pero en efecto el presidente Calderón decía que las medidas duras que América Latina tomó en los años noventa han permitido que la mayor parte de nuestros países tengan sistemas fiscales bastante saludables, niveles de deuda bastante aceptables y lo curioso es que toda esta rigurosidad que costó a nuestros países, incluso medidas muy poco populares, fueron implementadas gracias a la presión de organismos internacionales del mundo en desarrollo.
Pero no todos los países latinoamericanos están fortalecidos…
Es cierto, pero América Latina está posesionada en términos generales, aunque todavía hay experimentos desafortunados en el continente, pero en la mayoría de los casos tenemos bancos centrales con autonomías aceptables, hay política monetaria saludable y responsables, tenemos niveles de deudas aceptables y ocho de los diez principales productos de exportación están con precios récord.
¿Está preparada Nicaragua para afrontar una posible recaída en la crisis ?
Creo que nunca se está preparado completamente para afrontar una crisis de gran magnitud. Uno puede tener como nación medidas de prevención y mitigación para distintas crisis. Y creo que Nicaragua ha hecho un buen trabajo en la tarea de mitigación, pero todavía tenemos muchas tareas por cumplir. Y una de las tareas que tenemos pendientes es la estabilidad del país en materia regulatoria, en materia de Estado de Derecho que le dé suficiente seguridad al inversionista particularmente en la tenencia de la tierra, en la seguridad de sus inversiones; y un segundo pilar que está sumamente debilitado es el sistema judicial. Yo creo que no Nicaragua sino que cualquier país del mundo que quiera soportar con fortaleza y con éxito los embates de una crisis obviamente debe tener un sistema fiscal, un sistema regulatorio y un sistema bancario fuerte. Y en este caso creo que Nicaragua ha hecho una buena labor desde 1990, pero hace falta mayor garantía para la inversión.
¿La seguridad jurídica es lo que se pedía en el foro?
Exacto. Es una demanda al resto del mundo en desarrollo. Sorprenderá que por primera vez el foro se centró en la urgencia de talento. La transformación demográfica que te reseñaba ha metido a Europa en aprietos porque el crecimiento poblacional no le está dando el número de personas o jóvenes económicamente activos para suplir la necesidad de sus empresas. En el caso de Alemania se tomaron medidas adecuadas de reformas migratorias y hemos visto que mediante esa reforma este país se ha convertido en un gran captador de talento. No es lo mismo el caso español ni francés. América Latina se convierte junto a África en una de las zonas más jóvenes del planeta, donde hay jóvenes en proceso de profesionalización técnica y hoy hay mucho talento en países como los nuestros.
Pero en Nicaragua la inversión en educación sigue siendo baja…
Es cierto, pero estamos hablando del segundo país más pobre de América Latina. Por eso naturalmente nuestra competitividad en industria sofisticada es baja. Sin embargo, cuando nos referimos a la industria agropecuaria, turismo y ganadera Nicaragua tiene un número de ciudadanos preparados, es decir con mano de obra calificada, para pasar al próximo nivel de graduación de la inversión que es la industria de baja remuneración, como es la maquila. Hay que decir que comparado hace 20 años hoy tenemos más talento y eso hace que Centroamérica y Nicaragua sean atractivas para invertir.
¿Qué tendría que aprender Nicaragua de países como México y Brasil?
La gran lección que aún tenemos pendiente es que necesitamos una política nacional de visión de nación. En el caso de Brasil, cuando llegó Inácio Lula no hubo variación sustancial en la política de captación de inversión y el haber logrado un consenso sobre una política nacional de desarrollo fueron claves y es una gran lección que deberíamos aprender. Y México ha demostrado un capacidad similar con la diferencia de que ese país está atormentado por una crisis de seguridad. En el caso de Nicaragua creo que nuestros puntos positivos en materia económica son muchos, pero tenemos que superar el tema de la baja productividad.
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