DAMASCO/AFP
El presidente Bashar al Asad convocó para el 26 de febrero a un referéndum sobre un proyecto de Constitución que pretende suprimir el artículo 8, que dice que el partido Baas, en el poder desde 1963, es “el dirigente del Estado y de la sociedad”.
Si hay un cambio, la cláusula mencionaría que “los partidos políticos autorizados contribuirán a la vida política” del país, precisando que se prohibirán los “partidos con bases religiosas, confesionales o raciales”.
Rusia fue la primera en felicitar al régimen por este “paso adelante”. Sin embargo, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, calificó la propuesta de “risible y una burla a la revolución siria”.
La supresión del artículo 8 era una de las reivindicaciones de los opositores desde marzo de 2011, pero ahora exigen la salida del poder de Asad.
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