José Garth M. y José Denis Cruz
La Fuerza Naval y el Ejército de Nicaragua lograron la detención de cuatro personas, medios de transporte acuático, armas y municiones en la ejecución de la operación Wankluma, como parte de la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, a 50 millas náuticas al suroeste de Bilwi, Región Autónoma Atlántico Norte (RAAN).
El alto mando del Ejército anunció que han reforzado la vigilancia; para ello, 60 militares equipados operan en el área, además que están dando seguimiento a las investigaciones y rastreando a seis personas que huyeron de la zona.
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El portavoz del Ejército de Nicaragua, coronel Juan Ramón Morales, detalló que como resultado de este operativo, fueron ocupados seis fusiles AR-15; cuatro fusiles M-16; un fusil FAL; dos fusiles M-4; una mini UZI y otra UZI.
“Kairasa” y “Miss Keyla”
Además, se incautó dos escopetas calibre 12, un rifle calibre 22, un cargador 22 milímetros, 2,156 cartuchos varios, 55 barriles con capacidad de 55 galones, de ellos 43 llenos de combustible, y tres embarcaciones. Dos de estas tenían las inscripciones “Kairasa” y “Miss Keyla”.
El coronel Morales dijo que fueron capturados cuatro elementos vinculados al narcotráfico, siendo estos: Luis Fernando Mejía Huker, de nacionalidad colombiana; Carlos Roberto Martínez Jaime, de nacionalidad hondureña; Fermín Pereira Dixon y Miguel Edric Manizero, nicaragüenses.
El armamento incautado y los sujetos capturados fueron trasladados a Puerto Cabezas, para ser entregados a las autoridades de la Policía Nacional y el Ministerio Público para su debido proceso.
Las autoridades del Ejército y la Fuerza Naval de Nicaragua aseguraron que se mantienen en la zona realizando operaciones en la búsqueda y persecución de otros elementos vinculados al narcotráfico.
La operación que coordinó la Marina del Ejército desde el domingo pasado se concretó con éxito, informó ayer el contralmirante Róger González, jefe de la Fuerza Naval.
González afirmó que, por la cantidad de armas, combustibles y peligrosidad de los miembros de la célula del crimen organizado, era probable que se estuviera preparando alguna acción criminal en contra del Estado de Nicaragua.
Según el análisis militar, con las armas capturadas se pretendía proveer a 16 personas de una organización en territorio nicaragüense.
Las investigaciones apuntan que todo está ligado con el narcotráfico, dada la detención de Fermín Pereira Dixon, alias “Badú”, a quien estaba dirigido el cargamento de armas de grueso calibre.
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