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Conocer nos da la verdad y nos hace libres

La concentración de poder normalmente minimiza los aportes de las otras partes, polarizándose en los intereses de una sola persona, lo cual puede poner en peligro la existencia misma del negocio.

Por Juan Vega Gonzales (*)

La semana pasada estuve en un país caribeño realizando una reflexión sobre cómo mejorar la gobernabilidad de cuatro instituciones financieras.

Y en este caso,  como sucede en la mayoría de las veces, el problema residía en la excesiva concentración de poder (e información) en una sola persona.

La concentración de poder normalmente minimiza los aportes de las otras partes, polarizándose en los intereses de una sola persona, lo cual puede poner en peligro la existencia misma del negocio.

Anteponiendo el valor del “bien común”, realizamos una reflexión sobre tres líneas fundamentales para mejorar la gobernabilidad:1. Voluntad de cambio.  Sin este aspecto el proceso difícilmente puede avanzar. Es necesario anteponer “el bien mayor” a las necesidades individuales. Partir del “para qué ha sido creada la empresa” y en qué medida estamos cumpliendo con dicho propósito.

2. Transparencia de información. La veracidad, oportunidad y claridad con que las personas responsables de tomar decisiones deben recibir la información que les permita analizar y comprender mejor la situación, para tomar decisiones mejor informadas. La gerencia del negocio es responsable de hacer llegar la información a los directores o dueños del negocio con anticipación. Los directores necesitan desarrollar canales de información que les permita “validar la veracidad de la información que reciben”.

3. Conocimientos y experiencias disponibles. En esencia son los “cerebros” que tenemos a disposición del negocio; a quienes se debe tomar en cuenta para consultar y decidir mejor. Experiencia y conocimiento ayudan a evitar riesgos y aprovechar oportunidades.

En el caso de las instituciones financieras con las que hicimos esta  reflexión,  se constató que necesitaban incorporar cerebros con conocimiento de gestión de riesgos y financiera, no solo a nivel de directorio,  pero también del equipo gerencial de cada institución.

En la práctica, las decisiones se toman “en la trinchera” (agencias o puntos de contacto entre el cliente y los empleados).    

Solo un grupo de gerentes capaces y proactivos puede dar seguimiento y control de calidad oportuno, para asegurar el crecimiento y sostenibilidad de la empresa.La verdad (transparencia, decisiones democráticas, informadas) nos ayuda a lograr la libertad (sostenibilidad, desempeño financiero y social de la empresa y/o familia). La educación financiera y el conocimiento nos ayudan a ver la verdad y alcanzar la libertad.

(*) Director de Promifin, programa auspiciado por la

Cooperación Suiza en América Central ejecutado

por TrIodos Facet.

[email protected]

Economía

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