AGENCIAS
La oposición a la idea de una posible despenalización del tráfico y consumo de narcóticos, planteada el pasado 11 de febrero por el presidente de Guatemala, Otto Pérez, como estrategia regional, se hizo sentir el mismo día de la propuesta, el lunes, con el rechazo de Estados Unidos, y un día después, de México.
Ayer, esta oposición creció con el abierto rechazo del presidente de Honduras, Porfirio Lobo, quien afirmó que ello convertiría a Centroamérica en un “paraíso” de las drogas. Lobo reconoció que la estrategia actual para combatir el tráfico de drogas en Centroamérica “no tiene resultado”, pero abogó por aplicar medidas “integrales” que abatan la producción, distribución y consumo en vez de una eventual legalización.
La legalización “no es la solución”, declaró Lobo en un acto oficial en la sede del Gobierno. Ese mismo alegato lo presentó el pasado lunes el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, al rechazar una eventual legalización, aunque admitió que esa medida supondría un “golpe a la estructura financiera de los cárteles de la droga”.
“No podemos permitir que nuestros jóvenes y nuestros niños tengan acceso fácil a la droga (…) ¿en qué vamos a convertir a Centroamérica? En un paraíso del consumo de la droga donde hay que venir a consumirla acá porque aquí no se va a perseguir”, declaró Funes haciendo notar el “problema de índole moral” que crearía la despenalización.
44 homicidios anuales por cada cien mil habitantes se registran en la región, cuando la media mundial es de ocho, según datos de las Naciones Unidas.
90 por ciento de las aproximadamente 700 toneladas métricas de cocaína que entran a Estados Unidos, procedentes de Colombia, transitan por Centroamérica, según Washington.
22 proyectos fueron presentados en junio de 2011 por los gobiernos de Centroamérica como una Estrategia de Seguridad, que incluye combate al narcotráfico, tráfico de armas y reinserción social de los delincuentes.
2,000
[/doap_box]
Por su parte la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, manifestó el miércoles de la conveniencia de retomar una discusión que, recordó, “no es nueva”, pero alertó que debe hacerse de forma “muy seria y rigurosa”, porque la legalización no acabaría con el problema del narcotráfico en la región.
“No se puede pretender anunciar la simple legalización como esa varita mágica que nos va a desaparecer todo el problema de las drogas, es un debate importante que hay que asumirlo con mucha rigurosidad”, expresó la mandataria costarricense.
Pérez Molina expresó que la idea es llevar a la mesa de discusión el asunto de la despenalización que, explicó, serviría para detener los cientos de asesinatos que causa el comercio ilícito de drogas, así como los delitos relacionados con esa actividad.
URGE MÁS AYUDA
El director de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, el ruso Yuri Fedotov, declaró esta semana que la legalización de la droga solo agravaría el problema en Centroamérica, región que para él, lo que requiere es más apoyo internacional para combatir a los narcotraficantes.
Estados Unidos, que expresó su rechazo al plan de Pérez, a través de su Embajada en Guatemala, sostuvo que la despenalización del narcotráfico incrementará en la región delitos como “la trata de personas y el tráfico de armas ilegales, la extorsión y el secuestro, el robo de bancos, el robo de la propiedad intelectual y el lavado de dinero”.
FRACASO DE TEORÍA PROTECCIONISTA
El expresidente de Colombia, César Gaviria, señaló el miércoles que la política de prohibición del consumo de drogas de Estados Unidos está “fracasada”. “El prohibicionismo es una política fracasada, tiene muy pocos resultados que demostrar y no va a haber solución a los problemas de la violencia en México hasta que Estados Unidos la abandone por una política más racional”, expresó el también exsecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El martes se realizó en México el Foro Internacional Drogas: Un balance a un siglo de su prohibición, en el que el presidente de este país, Felipe Calderón, indicó que “las drogas son la esclavitud del siglo XXI”, y lanzó un llamado a los jóvenes mexicanos para que estudien y eviten ser “presa fácil” de los estupefacientes y los criminales.
A su vez, el ministro mexicano de Gobernación, Alejandro Poiré, afirmó que el problema de las drogas no se resuelve solamente con su legalización, sino que es un tema más complejo de delincuencia organizada que abarca todos los ámbitos de la seguridad del país.
En el mismo encuentro, el expresidente de Brasil, Henrique Cardoso, señaló, a través de un vídeo el mensaje que “la fracasada guerra contra las drogas ha fortalecido el crimen organizado, ha desestabilizado gobiernos, violado derechos humanos y devastado vida humanas por todas partes”. Cardoso dijo que hay un sentido de urgencia de analizar alternativas, porque “la situación de seguridad ha alcanzado un nivel crítico en México y América Central”.
Ayer, los ministros de Seguridad y de Defensa de El Salvador, Guatemala y Honduras acordaron “reforzar las medidas regionales para combatir los efectos negativos generados por el accionar de la delincuencia pandilleril, el narcotráfico y el crimen organizado”, informó el ministro de Seguridad salvadoreño, David Munguía Payés, al leer una declaración conjunta.
millones de dólares se logró en compromisos de apoyo financiero con el plan realizado en la Conferencia Internacional en Guatemala. El 80 por ciento de la ayuda será a través de créditos blandos, de parte de países “amigos” y organismos multilaterales.
Ver en la versión impresa las páginas: 9 A
