Edgard Rodríguez C.
Vicente Padilla viajó ayer con bastante equipaje, pero probablemente la carga más grande no se podía apreciar a simple vista.
Se espera que el cuarto sitio sea para Daniel Bard, el preparador que tenían Jon Papelbon, antes de moverse a los Filis de Filadelfia.
El otro puesto será peleado por Aaron Cook, Alfredo Aceves, Andrew Miller, y por supuesto el chinandegano Vicente Padilla.
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“Lo que más llevo es optimismo. No es que me considere la gran cosa, pero creo que si estoy sano, hago el equipo”, dijo Padilla.
Padilla viajó ayer por la tarde hacia Fort Myers, Florida, donde está ubicado el campamento de los Medias Rojas en la primavera.
“Me siento muy saludable, con entusiasmo y ganas de competir. Sé que nada es fácil, pero confío en que puedo salir bien”, agregó.
El lanzador nicaragüense firmó un contrato de Ligas Menores con Boston y ha sido invitado a los entrenamientos primaverales.
“Me gusta el equipo, conozco a varios de sus jugadores y espero tener una buena experiencia. Yo espero que Dios me mantenga sano y pueda lanzar bien”, insistió.
Padilla vivió una etapa de alguna incertidumbre cuando quedó como agente libre y con el estigma de lesionarse con frecuencia.
“Sí, en un momento pensé que podía estar llegando al final de mi carrera, sobre todo por la operación que se me hizo”, reveló.
En efecto, Padilla fue sometido a un procedimiento en el cuello, del cual ningún jugador ha regresado al beisbol con éxito.
“Falta que pruebe allá (en el spring trainning) que estoy bien, pero por la forma cómo me sentí aquí, creo que estoy bien”, dijo.
Padilla lanzó en cuatro ocasiones en la Liga Profesional de Nicaragua y alcanzó velocidades de hasta 94 y 95 millas por hora.
“Me voy con mucho agradecimiento por la liga y sus jugadores, porque me ayudaron a ponerme en forma”, indicó.
Los fanáticos también se entusiasmaron con Padilla en el box.
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