Por: Fabián Medina
Sin estudios formales sobre historia, don Mario José Borge Castillo es un investigador acucioso sobre la vida del general Augusto C. Sandino, quien este próximo 21 de febrero cumplirá 78 años de asesinado. Pero Borge Castillo no solo es apasionado de Sandino porque se identifique con su lucha. También es su pariente y para demostrarlo arma el árbol genealógico en cosa de segundos, y vemos cómo el tronco comienza en don Tomás Borge González y termina en doña Margarita Calderón, madre del general Sandino. “Soy primo segundo de Sandino”, proclama orgulloso este hombre que tiene 88 años de vida, que de niño oyó hablar de la lucha de su pariente, que vivió el terremoto de 1931 y que en esas charlas solariegas en Niquinohomo con don Sofonías Salvatierra, tío de ambos, conoció la grandeza de su pariente.
Borge Castillo también es primo del comandante Tomás Borge Martínez y pariente más lejano de doña Rosario Murillo.
Ahora, don Mario resiente dos cosas: primero, que exista “tanto charlatán” sobre la vida y pensamiento de Sandino, que le inventa cada cosa, y segunda que un “grupo de muchachos” haya usado su nombre para algo que según él, no tiene nada que ver con el pensamiento de Sandino.
::: ¿Usted conoció a Sandino?
No. Cuando yo tenía siete años vino un terremoto en el año 31 y nosotros vamos a refugiarnos a la casa de don Gregorio Sandino porque doña América Tifer es prima de mi papá. Don Sofonías Salvatierra Borges, tío mío, también estuvo ahí. Yo oí decir que Sandino acá, que Sandino allá pero yo no sabía quién era Sandino. En el 34 la bulla era que mataron a Sandino, pero aun así no sabía quién era. Ya más grande comencé a leer y a platicar con mi tío Sofonías y ya empiezo a entender quién era Sandino.
::: ¿Era un personaje extraño o normal para su tiempo?
Una frecuente, dice, es que la madre de Sandino, doña Margarita Calderón, fue doméstica. “Nunca fue doméstica, ni siquiera de don Gregorio Sandino, como se ha dicho”. Ella era modista, obrera, y según Adalid Calderón Zambrana, testigo personal de la vida de Sandino y primo hermano del guerrillero, “tampoco nunca estuvo prisionera, mucho menos con su hijo, pues ella no lo crió”.
Borge Castillo también asegura que hay inexactitudes en el relato sobre el pleito entre Sandino y Dagoberto Rivas. “Él tuvo un incidente cuando tenía 25 años con Dagoberto Rivas. Dagoberto le vendió unos frijoles malos a Sandino y encima le puso los buenos. Sandino los viene a vender a Managua y le reclaman. Sandino le reclama a Dagoberto y entran en discusión, a la salida de la iglesia, en el mes de junio. Dagoberto, que era un hombre de seis pies, le pega un piñazo y se siembra a Sandino. Este sacó su pistola y le tiró un balazo en la pierna. Los que escriben de Sandino dicen que fue dentro de la iglesia al momento que el sacerdote estaba dando la misa. Eso es falso”.
[/doap_box]
Era normal. Don Sofonías (Salvatierra) escribió el libro más exacto y más veraz sobre Sandino. En el caso de Sandino hay muchos charlatanes, que Sandino dijo esto y lo otro Y José Román (Orozco, autor de Maldito país ) la canteó toda…
::: ¿Por qué?
José Román se paseó en el pensamiento de Calderón Sandino. A los 40 años lo escribió y parecía novela. No escribió lo que literalmente Sandino le dictó. En la parte familiar ahí le mete novela. Un poco de mentiras… que la Margarita Calderón fue doméstica… de nadie, ni de don Gregorio
::: La masonería de Sandino…
Él se inició en México. Como era una persona que sobresalía, la gente lo buscaba y tuvo contacto y lo convencieron que se hiciera masón. Pero no era un hombre que tuviera esa pasión, como don Sofonías que llegó a ser masón grado 33, con gran currículo, y Sandino creo que no pasó del primer grado. ¡Nunca puso un pie en una logia! Porque andaba guerreando.
::: ¿Qué ha pasado con las pertenencias de Sandino?
Lo poco que quedó de Sandino lo tiene la Rosario. Son pocas cosas. Sandino viene unas tres veces a Managua. Él escoge la casa de don Sofonías, primero porque es su tío, y segundo porque era ministro y creyó que ahí no le iban a hacer nada. Sandino venía a caballo hasta San Rafael o Jinotega, venía de botas y pistola y todo pero aquí se cambiaba y se ponía de civil, de saco. Así lo mataron esa noche, sin embargo los artistas la ponen con botas y todo eso…
Sandino venía acá y se cambiaba de ropa. Ahí en un clavo de la puerta de la casa de don Sofonías dejó el pantalón de montar, las botas y la chaqueta. Mi prima, Celina, las recogió y las guardó muy sigilosamente. Después del terremoto se las dio a la Zoilamérica, la mamá de la Rosario (Murillo) y luego a la muerte de Zoilamérica en un accidente, esas cosas le quedaron a la Rosario. Cuando abre el museo en Niquinohomo ella entrega eso al museo, pero cuando pierden las elecciones en el 90 las agarra y se las lleva a su casa. Ahí están.
::: ¿Cómo definiría a Sandino en pocas palabras?
Para mí Sandino es un ciudadano nicaragüenses con grandes sentimientos patrióticos, que no estuvo de acuerdo con el Espino Negro y mucho menos con la invasión norteamericana y se puso a luchar contra los yanquis. Y pasa ahí luchando, en una lucha desigual, mal comido, mal armado, manteniendo en alto el principio de independencia.
::: ¿Hay un sandinismo que origina Sandino?
Para mí que no. Sandino actuó en una forma propia, patriótica, pero no divulgó ninguna doctrina política ni social. Después estos muchachos agarraron esta bandera. Han abusado del ideal, de la lucha y del nombre de Sandino.
::: ¿Usted cree que no hay relación entre lo que se llama ahora sandinismo y Sandino?
Absolutamente no. Son dos cosas diferentes.
::: ¿Por qué?
Porque el ideal de Sandino era patriótico, independentista, contra el invasor yanqui. Estos muchachos los que hicieron fue cobijarse con Sandino, sacar como punta el antimperialismo de Sandino y eso es lo que ellos están explotando. Como son enemigos de los yanquis
::: Ese sería un punto de coincidencia…
Sí. Pero Sandino fue a pelear y cuando terminó la guerra, ya está.
::: ¿Según usted no se puede hablar entonces de una ideología sandinista?
No. Incluso cuando Sandino estuvo en la montaña llegó Farabundo Martí, de El Salvador, que era comunista y como no lo pudo convencer, se retiró. Sandino era, por herencia, afiliado al partido liberal, pero sin ninguna significación. Don Gregorio Sandino era liberal. Sandino nunca externó ideas, ni siquiera liberales. Más bien resentía que tanto los liberales como los conservadores se arreglaron con los yanquis y se quedaron aquí con ellos seis años. Y los señala como traidores y vendepatria. Para mí era un nacionalista ciento por ciento.
Ver en la versión impresa las páginas: 8 A