LA PRENSA/AFP
Cientos de miles de manifestantes protestaron ayer en las calles de al menos 57 ciudades españolas en protesta contra la reforma laboral presentada por el gobierno conservador de Mariano Rajoy, para intentar paliar la crisis y un desempleo del 22.85 por ciento de la población activa, un récord entre los países industrializados. Pese al clamor popular y la advertencia de los sindicatos, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, volvió a salir en defensa de su reforma ayer, durante la clausura del congreso de su formación, el Partido Popular, en Sevilla.
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