Se habla mucho contra la Iglesia católica reprochándole pecados antiguos y nuevos que reconocemos como faltas gravísimas de aquellos miembros que como humanos han fallado. Pero casi nadie habla de tanto bien que la Iglesia y los católicos personalmente han hecho y hacen, siendo muchísimo más las virtudes que los defectos. Veamos tan solo el aspecto social.
Es imposible contabilizar las millones de obras sociales que ha desarrollado y desarrolla la Iglesia porque no se llevan registros completos de las que realiza en el mundo un ejército de sacerdotes diocesanos, órdenes religiosas y laicos católicos varones y mujeres. No existe a nivel mundial otra organización que haya realizado y realice más obras sociales que la Iglesia católica.
Lo social no está separado de lo cultural; los monjes católicos preservaron la cultura de la humanidad copiando a mano las valiosas obras de la antigüedad. De las 52 universidades anteriores al año 1400, 40 fueron católicas, como las de París, Montpellier, Oxford, Cambridge, Heidelberg, Leipzig, Colonia, Varsovia, Cracovia, Vilna, Lovaina, Roma, Padua, Bolonia, Pisa, Ferrara, Alcalá, Salamanca, Valladolid La Iglesia fundó los primeros hospitales, asilos y orfanatos en la historia desde la temprana Edad Media. Las primeras escuelas públicas las establecieron las órdenes religiosas.
Veamos tan solo el registro parcial del Vaticano de las obras que hoy tienen alguna vinculación con la Santa Sede (un registro mundial completo es imposible, ni siquiera aproximado). El Vaticano recibe reportes de la educación gratuita de 55.4 millones de niños y jóvenes y de 687,282 centros sociales. Solo considerando esos reportes la Iglesia católica atiende cuando menos el 26 por ciento de los hospitales del mundo. Cuenta en los cinco continentes con centros de salud, asilos, orfanatos, guarderías, centros de rehabilitación, dispensarios, centros para leprosos, centros de atención al sida, albergues para indigentes, comedores para pobres, centros de refugiados de guerra y de inmigrantes, etc. Aún en zonas de guerra y bajo fuego. En los Estados Unidos la asistencia caritativa católica supera a toda otra organización. En la Catholic Charities USA trabajan 1,700 asociaciones que ayudan a más de 9 millones de personas. En América Latina los jesuitas educan a más de un millón de niños en las escuelas gratuitas de promoción popular Fe y Alegría. Para distintas obras sociales el papa directamente destina más de 30 millones de euros al año.
¿Y todo lo que no está contabilizado? Eso fácilmente triplicaría los datos registrados. En las parroquias católicas de cada ciudad del mundo se encuentran numerosas obras sociales no incluidas en las estadísticas. En la Arquidiócesis de Managua, por ejemplo, hay 107 parroquias, sacerdotes diocesanos, congregaciones de religiosos y religiosas, y múltiples movimientos de laicos que atienden muchas obras sociales como guarderías, escuelas, comedores, dispensarios, asistencia a los ancianos y enfermos, etc. Jesucristo sana enfermos y da de comer a los hambrientos por medio de su Iglesia con defectos humanos, pero santa, católica y apostólica.
El autor es abogado y periodista
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