El Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) decidió sesionar esta semana en el Hotel Punta Teonoste, en la zona costera del departamento de Rivas, como respaldo a los propietarios de esa empresa turística que están siendo víctimas de una acción confiscatoria.
Los propietarios del Hotel Punta Teonoste son empresarios de origen suizo, que solo en infraestructura han invertido allí más de dos millones de dólares. Pero ahora casi 20 manzanas de tierra, de las 65 manzanas que comprende el territorio del proyecto turístico Punta Teonoste, están siendo confiscadas por la Procuraduría para dárselas como gratificación a un excomandante guerrillero sandinista que también fue jefe militar de uno de los bandos de la Contrarrevolución.
La pretendida confiscación que fue respaldada por una violenta acción policial, ha motivado la legítima y justa protesta de los organismos de la empresa privada nicaragüense, entre ellos el Cosep, el cual ha venido aplicando desde 2007 una política de relación amistosa y búsqueda de consensos con el Gobierno. Pero es obvio que el ahora presidente inconstitucional Daniel Ortega, no corresponde del todo a la buena voluntad del gremio empresarial. Así lo demuestran tanto la confiscación en perjuicio del Hotel Punta Teonoste, como el caso de otra propiedad mucho más valiosa, ubicada en Managua frente al complejo comercial Galerías Santo Domingo, que se le pretende confiscar al grupo empresarial Panica.
Estas acciones confiscatorias del régimen orteguista han hecho sonar las alarmas en el sector empresarial privado e independiente de Nicaragua, lo mismo que en todos los sectores democráticos del país, los cuales exigen respeto a la Constitución que en su artículo 44 prohíbe expresamente las confiscaciones y demandan que el Gobierno proceda de conformidad con la ley y mediante los procedimientos judiciales.
Se conoce que en 2008 la Procuraduría entabló una demanda judicial contra los propietarios del proyecto turístico Hotel Punta Teonoste, con el alegato de que una parte de la propiedad que ellos adquirieron legítimamente le pertenece al Estado. La demanda fue fallada a favor de la Procuraduría, pero luego la sentencia judicial fue revocada y ahora el caso está pendiente de resolución en un Tribunal de Apelaciones. Sin embargo, antes de que el tribunal dictara sentencia la Procuraduría se ha tomado por medio de la fuerza parte de la propiedad de Punta Teonoste, realizando una confiscación que la Constitución prohíbe y más bien ordena castigar.
Las acciones confiscatorias contra el Hotel Punta Teonoste y el grupo empresarial Panica, parecieran indicar que el régimen de Daniel Ortega está radicalizando su política sobre la propiedad ajena y quiere retrotraer el país a la nefasta época de las confiscaciones y las piñatas de los años ochenta y noventa. Y de allí que el Cosep esté cerrando filas en defensa de los propietarios independientes y de las propiedades privadas que están siendo amenazadas por la confiscación orteguista.
El derecho de propiedad y la seguridad empresarial constituyen un pilar esencial de la democracia, tan importante como las elecciones limpias, la justicia independiente, la separación de poderes, la autonomía municipal y el Estado de Derecho. Y por lo tanto tienen que ser defendidos hasta las últimas consecuencias.
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