Por Fabián Medina
René Herrera, 60 años, es temido en el PLC. A él se le ha señalado como la mano que mueve intrigas en el seno de su partido. Maquiavélico. “Montesinos”, lo llamó sin nombrarlo el hoy vicepresidente José Rizo, cuando la mano de Herrera se interpuso en sus aspiraciones presidenciales.
Herrera, de voz grave como locutor de radio, reconoce que algunos le temen en el PLC, porque es de aquellos que prefiere encarar el toro por los cuernos: “Ve, sé en lo que andás. Rempujale. Pero yo también voy a rempujarle”, puede amenazar un día cualquiera.
Sin embargo, asegura que la imagen que se han formado los nicaragüenses dista mucho de la realidad. Él lamenta que en Nicaragua no se le conozca como el académico que ha sido toda su vida.
Su currículo es impresionante: autor de una media docena de libros, decenas de ensayos, casi veinte años como profesor investigador del Colegio de México, y conferencista a nivel mundial.
¿Cómo cree usted que lo conocen aquí en Nicaragua?
Es una visión que no concuerda con la que se tiene de mí afuera. Para ponértelo sencillo: aquí es el vulgareo total. Nunca nadie me ha preguntado si yo he sido o soy académico, si he dado una conferencia en Londres o en París o en Washington. A nadie, a nadie le interesa eso.
Pero no me dijo qué cree que se piensa en Nicaragua de René Herrera.
Castigan la idea de lo que ven. La relación con Alemán. La vulgarean. No entienden lo que es una relación política. A veces te ponen epígonos, a veces te dicen allegado… Por otro lado, hay quienes dicen que soy un hombre serio, un profesional de la política, discreto, que no busca cámara. He oído unas posicione serias, cuidadosas, respetuosas. Pero en lo general, en lo que lo colocan a uno es como el… Afortunadamente no me han metido nunca en cosas de corruptos. Porque no lo soy, no lo he sido y no lo seré nunca.
Le voy a decir con todo respeto qué es lo que yo más oigo sobre usted: que es un político que siempre anda urdiendo tramas, matrero…
Siií, “amontesinado”… No sé por qué.
Bueno, el doctor José Rizo no lo mencionó por su nombre, pero todo mundo supo que se refería a usted cuando habló de los Montesinos en el PLC.
Sí. Fijate que no me preocupa. Para mí la política es un oficio. Lo ejerzo. Lo cuido. Me cuido. Nunca trato de hacer algo, contrario a lo que dicen, urdiendo una maldad para destruir. No. Simplemente cuando se trata de gente que procura competir, pues yo uso mi capacidad de competencia. Pero no destruyo. No me voy a averiguar si tiene una situación personal X o Y para usarla con esa persona. Si algo detesto es eso. Zancadillas de esa naturaleza no. Te puedo decir: oye mano, te estás adelantando demasiado, te vas a enredar. O mira: no lo hagás de esa manera, porque si lo hacés así, te vas a enfrentar con nosotros. Y si te enfrentás con nosotros estate listo a perder porque te vamos a hacer perder. Ese juego franco y abierto lo hago. Esa es mi manera de enfrentar. Sucedió con Alvarado, sucedió con Rizo, sucedió con otra situación… Jaime (Morales Carazo) decidió apartarse de la forma que lo hizo, a mí no me gusta, pero yo no he andado agarrando el micrófono para condenar a Jaime. Yo no me dedico a eso, contrario a la idea que dan del maquiavélico y el hombre de las grandes maledicencias.
Entonces, ¿por qué cree que tienen esa percepción de usted?
Tal vez es porque yo no me publicito. Mi vida privada es muy discreta. En mi casa nunca he invitado a nadie.
Pero si usted es una persona muy influyente, digamos.
Lo soy. Si no, no estaría aquí. Pero para estar y sobrevivir no me dedico a ese tipo de batalla. He tenido la fortuna de acertar en ciertos momentos en soluciones que son adecuadas, y eso genera celos, genera luchas. El poder es una lucha de todos los días. Estemos claros que la lucha del poder es feroz. Feroz, feroz.
Aquí las luchas de poder así son. Alguien ya está angustiado a dónde pueda ir yo. Y comienzan a meter zancadillas. No me preocupa. A mí el juego político me encanta. Lo único que les pido cuando sé que lo andan haciendo, primero voy y se los digo: ve vos andás en esto. Rempujale, pero yo también le voy a rempujar. Si alguien quiere tener la secretaría general del partido que la pelee.
¿A usted le temen dentro del partido?
Les molesta mi grado de independencia y que me mantenga firme en mi lealtad, y que no haga uso de ciertos mecanismos.
¿Temen entrar en pleito con usted?
Probablemente. Primero porque saben que no me pueden agarrar con facilidad. Fuera de base. Yo me dedico a esto ciento por ciento. Mi oficio es este.
Enrique Bolaños: “Un hombre muy honesto, con un cierto grado de… (se ríe) buena voluntad, pero con una poca experiencia en el manejo político. Buen empresario”.
Arnoldo Alemán: “Un líder político”.
Daniel Ortega: “Se ha convertido en un líder político después de ser un líder guerrillero. Y ahora el Frente Sandinista es una fuerza política comparada con cualquier otro partido político.
Humberto Ortega: “Un hombre que aun supo ver hacia adelante el papel en que se podía sentir más seguro y cómodo”.
Cardenal Obando: “Una belleza de persona”.
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¿No le da tristeza ver para atrás y ver tantas cabezas de líderes del PLC que rodaron?
Pero rodaron porque hicieron mal su planteamiento. Aquí hay gente que está dentro de partido, contrario a lo que creen, que tienen criterio propio. Y lo ejercen y tienen influencia. No es cierto que yo sea un “sí señor” todo el día. Pero tampoco me salgo a la calle a decir: le acabo de decir a Arnoldo tal cosa.
¿Usted ha tenido enfrentamientos con el doctor Arnoldo Alemán?
Muchos. Muchos, en muchas decisiones.
Porque el doctor Arnoldo Alemán tiene un carácter muy fuerte.
Sí, pero no es ningún tonto. Él sabe perfectamente bien cuando está tomando decisiones que las tiene que consultar y las consulta. Y eso ha significado discusiones fuertes, pero el que no tiene madera de traidor no traiciona. Hay quienes quieren llegar a un punto a base de codazos y mordiscos, traiciones y cuchilladas. Ese no es mi juego.
¿Usted es un incondicional al doctor Alemán?
Soy un leal a él. Leal porque creo que es el principal capital en política.
Pero, ¿por qué ser leal a una persona y no a principios?
Es que está ligado a principios. Mi lealtad política con un líder a quien yo reconozco, y con quien absolutamente seguirá mi lealtad.
Le digo esto porque hemos visto a dirigentes del PLC diciendo: “Aunque el doctor Alemán salga pegado estaremos con él porque es el líder máximo”.
Es que yo no estoy convencido que él sea… (corrupto). Te voy a ser franco como yo veo este pleito: aquí es 90 por ciento de medias verdades que están planteadas con un grado de personificación en Alemán que a mí no me convence.
¿Y por qué no dejan que eso lo dirima un tribunal?
Porque no tenés tribunales.
Si los que apelaban siempre al Estado de Derecho, y resolver las cosas en los juzgados eran ustedes.
¡Un loco sería el que se va a un tribunal ahorita! Aquí ustedes condenaron a la gente antes que llegaran a los juzgados. LA PRENSA en particular, el Canal 2 en particular. Jugaron una carta equivocada, pero absolutamente equivocada. Ni siquiera les concedo un poquitito que no se hayan equivocado. Se equivocaron de punta a punta en el juego contra la corrupción, porque lo personalizaron a un nivel que lo único que lograron es unificar a la gente alrededor de Arnoldo.
¿Estos casos de corrupción que se han ventilado en los juzgados han golpeado al PLC?
Sí, sí. Por una simple razón: la forma en que lo manejaron los medios parecía que era el partido y todos nosotros.
Pero ustedes cogieron distancia en algunos y en otros no. Como el caso del doctor Alemán. ¿Por qué a él no le piden enfrentar su caso como persona y no como partido?
Porque él es un líder del partido, primero. En segundo, porque yo no creo que sea así…
Es que no nos toca a nosotros creer o no creer…
¿¡Y a quién!? ¿A los juzgados? ¡Ay, papito! ¿Cómo me voy a ir yo a un juzgado? Andá metete ahí… ¡No hombré…! Sería la soberana estupidez de un político en este momento (decir) voluntariamente acepto irme para un tribunal. Probablemente lo van a aplaudir algunos diciendo: eso es valentía, eso es porque no debe, porque es honesto. No es cierto. La campaña contra la corrupción es correcta, es legítima, es sana, pero fue mal manejada.
¿Por el gobierno?
Sí. Al gobierno prácticamente lo empujaron a ese estilo. ¡Púchica! Era horroroso ver todos los días cómo empujaban al juez y a la juez a que hicieran lo que a fuerza querían que hiciera. Convirtieron la libertad de expresión en un derecho de los medios y no de los ciudadanos. Ese ha sido el error. Pervirtieron la justicia. La convirtieron en un circo. (Los del gobierno) se dieron cuenta que eso era un error. No solo te estás llevando entre las patas a un montón de gente que nada tiene que ver, te estás llevando a una fuerza política que es la única que tiene la organización capaz de darle garantía a la democracia… ¿Ideay? Aquí ya agarrás a los bancos, a los líderes sindicales…. Esperate, ¿qué es esta babosada?
Pero esa gente estaba saliendo en las investigaciones…
(Alterado) ¡No son investigaciones! ¡Son pasadas de cuenta! Aquí se llegó al extremo de darle a la Policía una capacidad que parecían los juicios de los sandinistas en el 79 y el 80. No me vengan con mentiras. ¡Aquí le llamaban allegado a cualquier ciudadano. Y lo despedazaron, lo encarcelaron, lo hicieron mierda…! Por el pinche capricho de cómo querían manejar las cosas. Y así lo está haciendo LA PRENSA. Y así lo están haciendo unos canales de televisión. Encadenando la democracia de este país sobre base de medias verdades.
¿Quién responde, entonces, por tanto dinero perdido?
¿Pero cuál es el que se ha perdido? Porque a mí nadie me ha podido demostrar que se perdió el dinero. Nadie me ha podido demostrar que se robó alguien un centavo. Ahí están los equipos, valen dos, tres millones de dólares. ¿Y qué? ¿Te los regalaron?
El contrato entre Canal 6 y TV Azteca nunca habla de compra, habla de arrendamiento, por cantidades muchísimo menores que las que se pagaron.
¿Ajá? Y entonces vos asumís, porque no está establecido, que se lo robaron. ¡Ve qué pijudo!
Alguien tiene que responder por eso.
Pues si ahí están los equipos, que respondan lo equipos. (Baja de tono). Yo no he visto las pruebas. No he visto que alguien se robó un centavo. Y si ustedes lo quieren ver, lo van a ver, porque de repetir las mentiras se vuelven verdades en este país.
Se lo voy a poner al revés: al que no quiere ver aunque le presenten todas las pruebas no las va a ver.
Probablemente. Pero la responsabilidad de un incrédulo no es la responsabilidad de un medio. Una cosa es que yo crea una cosa, y otra cosa es que alguien la crea y la difunda. Y si la repite y la repite, ya le jodiste la vida a un montón de gente. Y yo sé que andan en eso. Y me entero. Andan buscando…
Esa es parte de la función de los medios: fiscalizar la función pública.
Sí hombre, pero debe tener un sentido, una cierta dirección. No disparar a mansalva. Ojo. Se lo dije al presidente Bolaños: Cuidado, no hay peor pecado en política que la soledad. Si usted se aísla de su partido, si usted se aísla de sus amigos… Cuidado. Ahí hay un problema de fondo que nadie quiere ver porque todo mundo está viendo el circo. Aquí hay una situación sumamente delicada. Aquí no se ha arrancado, hay una desesperación por la falta de inversiones, desesperación política.
Los mismos que votaron por él hoy están contra él. Y eso es grave. Eso es lo que me importa. No es si van a sacar a la docena de ladrones o la docena de casos. Siga con ese juego. Siga con ese juego y cuidado lo sorprende la vida. Contrario a lo que dicen, estamos conteniendo. Estamos tratando de decirle a nuestra gente, es cierto, ganaron para perder, pero tengan paciencia. Se tiene que llegar a un acuerdo. Este país se hunde sin un acuerdo.
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