Limpiar los cristales puede ser una tarea imposible, siempre quedan marcas y es penoso sobre todo en la cristalería como copas y vasos. Sin embargo, dentro de las fórmulas caseras encontramos la mezcla de agua y un poco de vinagre. Desengrasa y da brillo. También poniendo en partes iguales vinagre blanco con amoníaco y agua, se obtiene una mezcla de rápida evaporación que deja mucho brillo. Los cristales se pueden limpiar con paños que no dejen pelusa o los pastes que usamos para los platos que traen esponja al reverso.
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