AFP / VIDA
Su nombre en la lista de nominados al Oscar como mejor actor resultó desconocido para la mayoría de los estadounidenses, pero no llegó a la competencia de la nada: a sus 48 años, el mexicano Demian Bichir acumula unas 50 cintas en más de 30 años de carrera ante las cámaras.
“Yo voy tranquilo, deben estar más nerviosos los otros (nominados)”, bromeó en una reciente rueda de prensa, en la que reconoció que con la postulación a los Oscar “avancé un buen tramo y ahora hay gente que sabrá quién soy”.
Y es que más allá de la película del 2011 A better life (Una vida mejor) donde hace el papel que lo catapultó a la nominación al Oscar, un jardinero indocumentado que busca entenderse con su hijo adolescente nacido en Estados Unidos, Bichir ha destilado talento desde los 14 años.
Su romance con la actuación lo ha convertido en un “todo terreno”, interpretando por igual para televisión como para cine y teatro, una pasión que corre por sus venas; sus padres también son actores, al igual que sus dos hermanos, Bruno y Odiseo.
Actuar es tanto un asunto de familia que a pesar de estar nominado a los premios más importantes en el cine mundial, aseguró que no dejará la obra teatral Nadando con tiburones, dirigida por Bruno y en cartelera en Ciudad de México.
Ganador de dos Ariel en su patria, el equivalente mexicano del Oscar, Bichir no quiere dejarse llevar por la fama atraída por su nominación, la misma que intenta usar para llamar la atención sobre los millones de inmigrantes mexicanos, la mayoría indocumentados, que residen en Estados Unidos.