Wendy Álvarez Hidalgo
Tres acciones necesita América Latina para sacar de la pobreza a 180 millones de personas: invertir en educación, empujar reformas sociales integrales y elevar la productividad. Y el Secretario General Iberoamericano, Enrique V. Iglesias, añade una más: seguridad jurídica para atraer la inversión.
Prefiere no conversar sobre los asuntos internos de Nicaragua, aunque apuntala sobre la necesidad de que hayan reglas claras entre el Estado y la empresa privada. “Implica que el sector público, el sector privado y la sociedad civil tengan una visión de país y vayan determinando cuáles son aquellas acciones que demandan política de Estado para poder llevar adelante el progreso”, dice.
¿Cuáles son las tareas pendientes de América Latina?
De 1972 a 1985 fue secretario ejecutivo de la Cepal.
Es escritor y ha empujado varios proyectos de reforma en la Organización de las Naciones Unidas.
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En materia económica hemos aprendido muchas lecciones importantes de la buena gestión económica de nuestros países. Hay un mayor respeto por la conducción macroeconómica, estamos manejando la apertura externa como oportuna y necesaria para todo, se está tratando de establecer las reglas del juego del sector público, del sector privado. De manera que hay un mayor pragmatismo en América Latina y eso es bueno. Ahora hay muchos temas pendientes, lo primero y lo más importante es que todavía tenemos un 30 por ciento de pobreza en América Latina, son 80 millones de personas afectadas. Pero aparte de eso y creo que es lo más preocupante es la creciente desigualdad. Ha habido una cierta mejoría de este indicador en algunos países, pero en término general sigue siendo un continente muy desigual, como es el mundo en general, pero América Latina lo es. Otro problema que tenemos en América Latina es que hay una enorme cantidad de sectores informales, de muy bajo ingreso de los trabajadores, este es otro tema que hay que resolver. Creo que de alguna manera los temas sociales se están empezando intentar a resolver, pero todavía falta más.
¿Qué papel juegan el Estado y la empresa privada en esta lucha por reducir la desigualdad?
Los dos tienen un papel importante que cumplir. El Estado tiene que disponer de recursos, de administrarlos bien para que tengan un uso productivo de los recursos que la sociedad pone en sus manos. Es decir, gestionar bien el gasto público, es una de las grandes tareas que tiene por delante el Estado. El sector privado debe pagar impuestos y debe ser responsable socialmente frente a la sociedad, y tratar de producir con eficiencia. Es decir que hoy cada día más el sector privado se está enfrentando a la competencia internacional y por eso necesita ser más eficiente. Yo diría que en los dos casos se necesita eficiencia en el gasto público, eficiencia en la gestión empresarial.
¿ Para lograr esa eficiencia qué reformas deberían empujar países como Nicaragua?
Los países han hecho muchas reformas y una de ellas que está pendiente es la reforma del Estado y también en una reforma que hemos insistido mucho es en una reforma fiscal, es decir que se necesita una reforma fiscal para saber exactamente cuántos recursos se van a poner a disposición (del Estado), cómo se van a captar los recursos y cómo se van a afectar a los distintos rubros del gasto.
¿Una posible recaída a la crisis mundial cómo podría afectar a América Latina?
Nos va a afectar directa e indirectamente. Directamente porque hay países que todavía tienen mercados muy importantes en Europa, pero también indirectamente porque de alguna manera si Europa deja de comprar en los volúmenes que viene comprando ahora, China va a bajar sus exportaciones y por tanto baja la compra de sus materias primas a nuestros países, por ese lado se podrían sentir las afectaciones.
Ante esa amenaza se debe agilizar la llegada de inversión, ¿qué recomendaría para atraerla?
Se requiere de reglas jurídicas claras y establece que haya por tanto condiciones que permitan invertir con seguridad. Es decir que la inversión va a tener un estatus que no se va a cambiar y que va a funcionar.
¿Y cómo está América Latina en ese sentido?
Hemos mejorado pero no podemos decir que estamos bien. Hay factores de inseguridad jurídica que de alguna manera limita el flujo de inversiones.
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