EFE/AP
El ministro guatemalteco de Relaciones Exteriores, Harold Caballeros, explicó ayer que el mandatario Otto Pérez presentará en abril en la Cumbre de las Américas su propuesta para comenzar a debatir la legalización de las drogas.
Tras pronunciar un discurso en la Organización de Estados Americanos, OEA, en el que apenas abordó el tema, Harold Caballeros indicó haber planteado la inquietud de Pérez Molina cuando se reunió la víspera con la secretaria de Estado Hillary Clinton.
“No estamos promoviendo la despenalización (de las drogas), sino la necesidad de dialogar para lograr alternativas a una batalla que hoy es muy cara en vidas y en dinero”, dijo.
“Esto durará al menos una década, No es algo que se va a solucionar en dos días o dos meses. Piensen en la Prohibición (del alcohol en Estados Unidos durante la década de 1930), tuvo los mismos matices, fue primero un tabú y luego hubo diálogo. Son procesos que toman mucho tiempo”, agregó.
Un grupo de exmandatarios latinoamericanos, que incluye al mexicano Vicente Fox, promueve con frecuencia la despenalización de las drogas en foros públicos, sin obtener un respaldo de los gobiernos regionales.
MÉXICO ABIERTO A DEBATE
El Gobierno mexicano se mostró ayer a favor de un debate internacional sobre la posible despenalización de ciertas drogas, siempre que incluya un análisis a fondo del fenómeno de la delincuencia organizada transnacional.
La canciller mexicana, Patricia Espinosa, explicó que “el crimen organizado en nuestro entorno contemporáneo tiene una diversidad enorme de actividades que desafortunadamente a nosotros, de entrada, nos llevan a pensar que una acción que sea dirigida solamente a una parte de sus actividades no nos permitiría terminar con el problema”.
Espinosa deploró que “los niveles de instrumentación y de cumplimiento de instrumentos internacionales (en materia de delincuencia trasnacional) todavía dejan mucho que desear”.
Espinosa participó en la Asamblea Parlamentaria Eurolatinoamericana (EuroLat), que inició ayer con opiniones a favor de un “cambio de rumbo” en la estrategia contra el narcotráfico y el crimen organizado, y de un análisis serio sobre la despenalización de algunas drogas.
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