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Boceto de dos poetas

El Festival Internacional de Poesía de Granada, según palabras de Carlos Tünnermann Bernheim, es el acontecimiento poético y cultural más impactante que se realiza en Nicaragua, y que ha convertido a Granada en un destino literario mundial. Pero sobre todo aprecia que sea en honor a poetas como Carlos Martínez Rivas y Pablo Antonio Cuadra, dos columnas vertebrales de nuestra poesía.

 

 

 

 

Por Isidro Rodríguez Silva

El Festival Internacional de Poesía de Granada, según palabras de Carlos Tünnermann Bernheim, es el acontecimiento poético y cultural más impactante que se realiza en Nicaragua, y que ha convertido a Granada en un destino literario mundial. Pero sobre todo aprecia que sea en honor a poetas como Carlos Martínez Rivas y Pablo Antonio Cuadra, dos columnas vertebrales de nuestra poesía.

Siempre fue difícil mantener una relación de amistad con Carlos Martínez Rivas. Era un poeta singular y una personalidad a veces difícil. Sin embargo, Tünnermann, que tenía en aquel entonces una vida universitaria más que poética, sostuvo una relación con él, y confirma: “Siempre tuvimos una muy buena relación de amistad y mutuo aprecio, aunque no nos frecuentábamos. Comencé a admirar al poeta desde muy pronto, siendo él un joven de unos veinte años, cuando visitaba la casa de mi abuela, que fue muy amiga de su madre doña Berta Rivas. Carlos llegaba a mi casa por su amistad con mis primas Tünnermann-Wheelock, que vivían en la casa de al lado”.

Aunque Octavio Paz escribió sobre la poesía de Martínez Rivas, nuestro poeta nunca tuvo ese reconocimiento apoteósico que han tenido otros poetas nicaragüenses. Sin embargo, desde sus inicios había una admiración por su poesía, rememora Tünnermann: “Ya para entonces gozaba de mucha fama por la reciente publicación de El paraíso recobrado (1943), que fue toda una revelación poética. Desde entonces, la crítica literaria comenzó a señalarlo como el digno sucesor de Darío, algo que se confirmó con la publicación, diez años después, de su obra consagratoria: La insurrección solitaria , que está considerada como uno de los aportes más originales y valiosos a la poesía en lengua española. Este solo libro es más que suficiente para darle a Martínez Rivas un lugar prominente, no solo en nuestra literatura sino también en la literatura universal”, afirma Tünnermann.

[doap_box title=”Carta de Carlos a Carol” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

Jueves 10 de marzo 1994. (5:00 p.m.)
Augusto y Carol Tablada Bendaña.
8430 sw. 44 st.
Mia, Fl. 33155

¡Mis amores! Desde el jueves 25 de noviembre que vino el poeta Anastasio Lovo a mi lectura, en la Biblioteca Central de la UNAN, a escuchar la lectura que hice de mi Poema a Don Salomón de la Selva; y me entregó, formalmente, vuestra Tarjeta de Navidad: “Querido Poeta: A través de tiempo y distancia, recordándolo siempre y conservando el mismo afecto”; desde esa tarde, hasta esta tarde de hoy, también jueves, los he tenido en mi mente, deseando escribirles./ Ahora, llega el Poeta Lovo, y me dice que, el próximo sábado, sale para Miami./ Así que, aprovecho la providencial oportunidad de escribirles, con la mayor seguridad de que, en las manos del amigo leal, poeta Anastasio Lovo, les llegará mi honda gratitud, por ese inquebrantable “afecto”./ Estoy diariamente tomando mi tableta de multivitamina que me enviaron. El frasco de (1,000) (!) mil tabletas, me hace pensar en el optimismo (y el buen deseo) de Ustedes, de que aún viviré 1,000 (¡mil!) días más. ¡Gracias! / Que de esos mil días, uno (1) me conceda Dios para volverlos a ver y abrazar con mucha fuerza y calor de amor.

Carlos MR.

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Como Darío, Martínez Rivas pasó muchas penurias económicas, que marcó su carácter y su personalidad, sobre todo en Costa Rica. Cuando Carlos Tünnermann visitó en ese país a Sergio Ramírez, siendo rector de la UNAN y presidente del CSUCA: “Visité las oficinas de la secretaría general, en San José de Costa Rica, entonces a cargo de Sergio Ramírez. Carlos Martínez era funcionario de la secretaría, algo así como encargado de las publicaciones, cargo que Sergio le inventó para ayudarlo en su difícil situación económica. Carlos imaginó que yo llegaba en plan de inspector y estaba muy nervioso, porque su desempeño no era para nada disciplinado. Cuando entré en su oficina le vi muy preocupado y después de saludarlo con un abrazo, me dijo que estaba luchando por hacer un trabajo que Sergio le había encomendado: redactar un telegrama. Con los ojos casi desorbitados y gesticulando, agitadamente, me dijo: ‘¿Se da cuenta usted, rector, lo que esto significa? ¡Redactar un telegrama! Eso es más difícil que escribir el prólogo de un libro, porque hay que medir el número de palabras para que no sobre ni falte ninguna, el telegrama debe ser breve y, a la vez debe entenderse. Es una tarea cruel y difícil, que no merezco y llevo días tratando de cumplirla’. Sonreí, felicité al poeta por su diligencia y por su manera de superar la supuesta ‘inspección’. Más tarde, celebramos con Sergio la genial ocurrencia del poeta, pues no había tal telegrama. Entonces el poeta residía en el Hotel Sheraton, que no era el de la famosa cadena hotelera, sino una pensión barata, a cuyo dueño se le ocurrió ponerle ese nombre”.

DELICADO DE SALUD

El Premio Nacional de Humanidades fue otorgado a CMR en 1997. Carlos Tünnermann Bernheim apoyó la iniciativa y relata emocionado: “En 1997, conociendo el estado delicado de salud del poeta y consciente que su país natal debía hacerle un digno reconocimiento que le ayudara a superar su deprimido estado anímico, propuse en un artículo periodístico que se le otorgara el Premio Nacional de Humanidades. Mi propuesta fue acogida por el gobierno de entonces, dado el amplio respaldo que recibió en la opinión pública por los indiscutibles méritos de CMR y el premio se le otorgó. Con tal motivo, un grupo de poetas y artistas jóvenes le hizo un homenaje en la Galería Praxis, a la cual llegué a felicitarlo junto con mi esposa Rosa Carlota. Al día siguiente, Carlos me llamó para pedirme que le prestara el traje que llevaba puesto cuando lo felicité, pues carecía de uno para ir al Teatro Nacional Rubén Darío a recibir el premio. Se lo hice llegar, pese a que era mi mejor traje, pero no le quedó. Tuvo que hacerse uno nuevo, para la noche de gala, aunque no omitió llegar con zapatos tenis, que eran sus preferidos”.

El año siguiente, en el homenaje que el Centro Nicaragüense de Escritores organizó para reconocer los 40 años de vida académica a Carlos Tünnermann, CMR se presentó sorpresivamente, acompañado de su fiel amigo Pablito Centeno, y pidió permiso para leer una décima en honor de Carlos Tünnermann, cuyo manuscrito le entregó y todavía conserva con mucha gratitud.

PAC

En relación con PAC valora que sea homenajeado y relata: “Me parece muy justo que el Festival salude el centenario del nacimiento de PAC, figura señera de nuestra literatura, poeta nacionalista, brillante ensayista y dramaturgo. Cuando PAC cumplió 60 años, un grupo de amigos encabezados por quien te habla y con la coordinación de Guillermo Rothschuh Tablada, decidimos hacerle un homenaje nacional. Asistió una gran concurrencia de poetas, escritores, artistas y representantes de todos los sectores sociales, ya que PAC gozaba de una amplia estima. Me tocó ofrecer el homenaje en mi calidad de rector de la UNAN. Esto fue la noche del 22 de diciembre de 1972. Al día siguiente, Managua fue destruida por el terremoto. La Prensa Literaria, que traía una amplia crónica del homenaje, quedó sepultada bajo los escombros del edificio del diario. Sin embargo, unos pocos ejemplares fueron rescatados por PAC y yo conservo uno de ellos. PAC le llamaba ‘la non nata’. En su discurso de agradecimiento PAC fue generoso y calificó mi estudio sobre su obra como ‘un extraordinario análisis crítico’ y me hizo la advertencia siguiente: ‘¡Doctor Tünnermann: cuídese, usted lleva adentro un poeta… constantemente encuentro en sus escritos las huellas digitales de la poesía’. La advertencia de PAC se cumplió cuando publiqué mi poemario Para construir el amor”, finalizó Tünnermann.

Cultura Boceto poetas archivo

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