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Yo presto muchas obras a todos los museos americanos, son obras que van dando vuelta. Si un museo quiere aquí unas dos piezas antiguas yo se las voy a dar por un mes o dos. Es un intercambio de amistad”. Luigi Bellini, anticuario italiano.

Un anticuario en Nicaragua

El Museo Bellini, de Florencia, dice Luigi Bellini, es el más grande museo privado del mundo y el único de Italia. Posee entre 10 mil y 11 mil obras, algunas tan valiosas como un Miguel Ángel, valorado en 50 millones de euros (66 millones de dólares). Pero Bellini no solo es el heredero de una larga tradición familiar de anticuarios, sino también un empresario. Tiene inversiones, dice, en diferentes partes del mundo en cemento, energía eólica y cultivo de perlas.

Fabián Medina

El Museo Bellini, de Florencia, dice Luigi Bellini, es el más grande museo privado del mundo y el único de Italia. Posee entre 10 mil y 11 mil obras, algunas tan valiosas como un Miguel Ángel, valorado en 50 millones de euros (66 millones de dólares). Pero Bellini no solo es el heredero de una larga tradición familiar de anticuarios, sino también un empresario. Tiene inversiones, dice, en diferentes partes del mundo en cemento, energía eólica y cultivo de perlas.

El profesor Bellini, de 62 años, es además poeta, canta y en algún momento de su vida formó parte del gabinete de gobierno del presidente venezolano Carlos Andrés Pérez. Casi inadvertido estuvo unos días en Nicaragua, país que dice lo sorprendió con sus bellezas y de donde se lleva dos proyectos: hacer una exposición anual de pintores nicaragüenses en Florencia, y estudiar una inversión en energía eólica domiciliar.

::: ¿Qué lo trajo a Nicaragua?

Fue una suerte, porque adoro Latinoamérica, Piero Coen (Montealegre) que es un gran amigo mío, me invitó y yo no perdí tiempo. Y él me hizo ver una Nicaragua que no conocía. Él me hizo conocer los rincones del país. Vi cosas que jamás había visto, como cuando volamos sobre el cono del volcán.

::: ¿Primera vez que viene?

Sí, primera vez. Vi museos, vi la capital… pero hay que hacer mucho en este campo. Hay que pensar en el turista. El turista es un llamar continuo. Vienen dos, seguramente esos dos le van a decir a diez y diez a mil… es un pasapalabras.

::: ¿Qué le puede dejar a Nicaragua invertir en museos?

Ustedes tienen pintores nuevos, que no tienen plata, fortísimos. Acabamos ahora de preparar, usted es el primero en saberlo, una exposición de pintores jóvenes en Europa…

::: ¿Dónde será eso?

En mi museo privado, en Florencia. Que luego puede ser en Milán o Roma… Un gran pintor da mucho dinero a un país, aunque no lo dé directamente.

::: ¿Quiénes serían los pintores nicaragüenses que expondrían en Florencia?

Estamos estudiándolo. He visto como diez, pero necesitamos tener como mínimo 15 o 20. Los vamos a invitar a Europa, vamos a hacer cursos por dos o tres meses. Es el primer grupo de nicaragüenses y tendrán que hacer un festival cada año. Porque si se hace una vez y se cierra es como que no se haga nada. Cristina Coen me está ayudando en esto. Ella seguramente va hacer una selección, darme consejos y también esta es una excusa para regresar al país.

::: ¿Conoció a un pintor nicaragüense recientemente fallecido, Armando Morales?

[doap_box title=”Energía eólica en el techo de las casas” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

El profesor Luigi Bellini dice tener la patente de una máquina para producción domiciliar de energía eólica, que ya ha sido probada en países como Pakistán. Quiere producirla en Nicaragua para distribuirla en Latinoamérica.

Ingenieros amigos míos, trabajando para mí, hicimos un nuevo sistema de energía eléctrica por casa. Sirve para una familia o una pequeña industria: es una eólica de techo y puede dar de tres a 20 kilovatios. Eso mueve muchas cosas.

“Estamos pensando hacerlo aquí, y después venderlo en todos los países latinos y aquí mismo. Porque el precio de esta máquina es mucho menor a cualquier máquina de este tipo. Una máquina de tres kilovatios, con garantía de 20 años, que no se toca, que no gasta nada, es de alrededor de 7 mil y 8 mil euros (9.2 mil y 10.6 mil dólares)”.

“En Pakistán hicimos un pacto banca-Estado, la banca le da a los pobres ayuda para pagar en más tiempo, así que con 50 euros mensuales logran todo eso”.

“Sirve en cualquier parte porque también tiene una parte solar, así que si falta viento va a funcionar la solar. No molesta la naturaleza. Ahora vamos a traer dos máquinas a ver si funcionan en este tipo de climas, aunque creo que es propicio”.

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Sí, a ese lo conoció todo el mundo. Armando Morales era un maestro. Un viejo maestro de pintura muy buena. Yo tengo una obra de Armando Morales. Lo encontré siempre un gran pintor. Lo conocí hace tiempo, como conocí a Botero, como conocí a todos los latinoamericanos.

Entiendo que usted viene de una larga tradición de anticuarios…

Más o menos 21 generaciones. Serían 350, cincuenta años, dedicados a cultura y valorarización del arte. Lógicamente, más el arte europeo. Valorización del arte para que el arte sea una inversión. Yo escribí muchos libros de eso, porque todavía se ve al arte como una cosa de gustos, más tiene que ser una inversión. Es una inversión. Compro una obra y esa obra cuesta, quizás poco al principio mucho al final. Tiene que ser un gobierno que ayude muchísimo. Francia es en Europa el único que hace eso. Si una galería privada hace una gran exposición, el Gobierno le paga los gastos de la exposición nada más.

::: ¿A qué se dedica usted exactamente?

Inversiones. Fuera del arte, tengo mucha industria, si no no podría mantener m i museo. El museo mío en Florencia es el único museo privado que hay en Italia y es el más grande privado del mundo. Yo tengo 10 mil u once mil obras y cada obra es de gran importancia, como Miguel Ángel (Buonarrotti), Giotto (di Bondone), obras que todos los museos del mundo quisieran tener.

::: ¿Eso tiene una medida en dinero para poder calcular su tamaño?

Bastante… Entre cuatro mil millones y cinco mil millones de euros… Hoy un Miguel Ángel vale cincuenta millones de euros (5.3 mil millones y 6.6 mil millones de dólares). Para mantenerlo (el museo) tengo que hacer otra cosa, porque no es que se mantiene solo. Tengo tanto gasto y en Italia hay tasas muy altas, demasiado altas. Estoy pensando cambiar de país con todas las obras porque es casi imposible mantenerlo ahí (ríe). Pero bueno, nací ahí…

Afuera yo tengo industria de cemento, eólica, tengo la más grande plantación de perlas de mundo, perla cultivada, en oriente, donde el desarrollo fue muchísimo en los últimos años. Todo eso ayuda al museo a vivir bien.

::: El arte, la museografía, se ve como una actividad de élite.

Sí. Pero, ustedes tienen las artes más bellas del mundo. Arte no es nada más que pintura. Arte es vida, el sistema de vida. Hay que hacer que la gente venga alegremente a ver lo que tienen ustedes. Ustedes tienen muchos tesoros. El tesoro más grande es la belleza del país y el turismo hoy busca mucho la economía y cultura juntas.

::: ¿Qué es lo que más lo ha sorprendido en esa búsqueda del arte?

Fue cuando hice una proposición de ley en un país completamente distinto a los demás, que es China. En China yo propuse al Gobierno dejar el problema político y ponerse frente al problema de migración buena, migración que sirva al país. No súper rica, rica, medio burguesa digamos y con esa ley existen ahora tres ciudades con 60 millones (de visitas al año) cada una.

::: ¿Qué significa “migración buena”’?

Economía y cultura. La economía hace mover el mundo. La cultura no, pero si usted usa la cultura para hacer economía, no es complicado, es crear uno o dos o tres lugares donde uno pueda ir para ver pintores nuevos, algo de escultura… Cada diez años de inversión da como mínimo 130-160 por ciento más.

::: Usted es poeta también.

Sí. He sido muy cercano a Latinoamérica porque viví en Venezuela mucho tiempo. Trabajé con un presidente, ahí escribí un libro y por suerte, mi grandísima suerte, pasó por Caracas Pablo Neruda, que es un grande, grande, grande, y le di mi libro… y él escribió el prefacio. Eso es muy importante para mí, lo más importante.

::: ¿Fue ministro en Venezuela?

Sí, trabajé en el gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez bastante… para ustedes no es un gran amigo pero… (ríe).

::: Carlos Andrés Pérez fue muy influyente en Nicaragua…

Sí, lo sé, y no buena además…

::: Hace unos días se celebraba un festival de poesía en una Ciudad de Nicaragua, Granada…

Sí, lo vi en los periódicos… Bien presentada. A ese tipo de eventos me refiero. Hay que verlo en los jóvenes pintores, en los jóvenes poetas, en la fotografía… Algo que ayude sin grandes costos. El turista no solo quiere ir a tienda de zapatos, tienda de trajes… quiere hacer un día más intelectual. Eso es muy importante.

::: Nuestros museos ponen mucho énfasis en las antigüedades.

Sí, las antigüedades funcionan, pero deben ser especializadas. Todo el mundo está haciendo museos muy calificados, con muchas explicaciones. Hacer un museo de arte antiguo, es perfecto, pero hay que prepararlo de manera distinta. Hay países, que con soldados de terracota atraen 15 millones de turistas al año y si los va a ver, no son nada. Son 7,000 esculturas igualitas… En Xian, China. Todo el mundo los conoce, pero si usted va a verlo no son nada. Aquí puede ser mucho más variado.

::: Usted siente que países como Nicaragua están desperdiciando oportunidades.

Sí. Quizá el Gobierno deberían hacer una comisión internacional, quizás mucho países podrían ayudar financieramente. Eso es una cosa simple además. Nosotros lo hicimos en todo el mundo. Hay que llamar a la gente con algo que le gusta. 20 exposiciones en el mundo. Yo presto muchas obras a todos los museos americanos, son obras que van dando vuelta. Si un museo quiere aquí unas dos piezas antiguas yo se las voy a dar por un mes o dos. Es un intercambio de amistad.

La Prensa/U. Molina

Nacionales anticuario Luigi Bellini Nicaragua archivo

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