Además de su rico sabor extra en nuestras comidas, como el almuerzo o la cena, la deliciosa pulpa verde de este fruto está repleta de dos potentes sustancias que combaten el estrés: potasio y ácidos grasos monoinsaturados. Ambos nutrientes pueden disminuir la presión arterial, y tal vez contribuyan a prevenir la depresión. En un ambicioso estudio de 11 años de duración, realizado en España, se observó que cuantos más ácidos grasos monoinsaturados ingerían los participantes, menos riesgo tenían de deprimirse. Los investigadores creen que estas grasas tal vez aumenten la eficiencia con que el cerebro absorbe la serotonina, un neurotransmisor que mejora el estado de ánimo.
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