Washington/EFE
Kris Kobach, promotor de leyes contra la inmigración ilegal en Arizona y Alabama, busca la expulsión de al menos cinco millones de indocumentados en cuatro años, meta que considera posible si ayuda a Mitt Romney a ganar los comicios presidenciales de noviembre.
Kobach es quien le ha dado un importante espaldarazo político a Romney y se ha convertido en uno de sus principales asesores en materia de inmigración. Para Kobach y grupos conservadores afines, la inmigración ilegal no es un reflejo de los problemas que aquejan al sistema de inmigración de Estados Unidos sino una peste que debe exterminar a toda costa.
Según informes de prensa, Kobach ha estado en estrechas consultas con la campaña de Romney sobre posibles cambios a la política migratoria actual, de tal manera que si Romney gana la presidencia, se extendería la “guerra de desgaste” contra los indocumentados.
La idea es crear un ambiente tan hostil y sofocante que, sin trabajo ni acceso a servicios básicos, los indocumentados opten por su “autodeportación”.
Para Dolores Huerta, cofundadora del Sindicato de Trabajadores del Campo de EE.UU., queda claro, por ejemplo, que si Romney gana la presidencia, lo que le espera a los inmigrantes indocumentados es una mayor persecución.
Si el Partido Republicano defiende los “valores familiares” y busca sumar adeptos entre los latinos, no hay justificación alguna para la persecución de los inmigrantes indocumentados, alegan los activistas pro reforma.
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