La felicidad que experimentamos todos los ometepinos, la cual no oculto, es inmensa. Sabemos que con las 5,000 laptops XO que ha entregado la Fundación Zamora Terán con el apoyo de varias empresas privadas y de personas naturales, se está dando un gigantesco salto a la prosperidad. Un hecho trascendental para el desarrollo tecnológico no solo de los niños, sino de todos los isleños.
Qué lindo es ver en las fotografías de nuestro reportero gráfico Germán Miranda, los rostros felices y ávidos de descubrir un nuevo mundo: el de la tecnología que también implica desarrollo. Y las crónicas escritas por Wilder Pérez reflejan el impactante momento que experimentan los isleños.
Es oportuno reiterar el agradecimiento a la Fundación Zamora Terán que ha hecho posible que los niños de Ometepe pasen de un sueño a una realidad de proporciones insospechadas.
Este momento histórico en Ometepe ha hecho que retroceda en el tiempo y recuerde cuando mi profesora de primer grado, “la maestra Rosita” (Estrada), como le llamamos en Altagracia, nos impartía clases frente a una pizarra verde oscuro, solo auxiliada de una tiza blanca y su inmensa paciencia para educar a casi 40 chavalos. O cuando mi profesor de sexto grado, Aníbal Espinoza, a mano alzada escribía también en una pizarra una letra de carta impecable, para que desde primaria aprendiéramos los mejores trazos. Ayer hice el ejercicio de imaginar a estos dos grandes apóstoles de la educación con una laptop XO, enseñándonos lo último de la época y sencillamente, esas generaciones que ellos formaron seguro serían mejores.
Ahora esa “educación bancaria”, como le llaman en los tiempos actuales, pero de la cual me siento orgulloso de haber sido parte porque todavía eran tiempos cuando a uno lo formaban bajo mucha rigurosidad, es historia.
Y precisamente, como los tiempos han cambiado, es nuestra responsabilidad como isleños ayudar a las nuevas generaciones a ser mejores que nosotros para que contribuyan al desarrollo integral no solo de Ometepe sino de la nación. Seguro de que la tecnología no solo ayudará a robustecer los valores y principios de los ometepinos es que tenemos que trazarnos ambiciosas metas que pasan por una agenda de desarrollo integral con ejes transversales a todos los aspectos de la vida.
Gracias nuevamente a la Fundación Zamora Terán por este monumental esfuerzo. Gracias a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y de la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli). Mi agradecimiento también es extensivo a quienes entregaron grandes donaciones de dinero para que este proyecto fuera una realidad. Para la entrega de computadoras en Ometepe, la empresa Amnet garantizó la conectividad en las 32 escuelas que tendrán internet. Imsa construyó las antenas y Megaredes las instaló, Optim hizo que funcionaran esas redes y esas antenas, además de poner el soporte de la fibra óptica. Ipesa facilitó los servidores a las escuelas. Almacenadoras Lafise transportó las computadoras, y Parmalat garantizó el refrigerio para los niños.
Se necesitó tres meses para capacitar a los profesores, de manera que el proyecto no fracase. La USAID facilitó el entrenamiento. La Empresa Portuaria Nacional, la Policía de Ometepe, los transportistas de la isla que trasladaron a los niños para la entrega de las laptops y todos cuantos se involucraron en este proyecto, vaya para ellos todos los méritos y reconocimientos que se merecen.