SEÚL/AFP
Corea del Norte confirmó ayer que aceptó suspender sus ensayos nucleares y de misiles, así como el programa de enriquecimiento de uranio a cambio de ayuda alimentaria de Estados Unidos.
El acuerdo con Washington representa un posible avance en los intentos de impedir que Corea del Norte prosiga con su programa de fabricación de armas atómicas tras la muerte de su líder Kim Jong-il en diciembre pasado.
El acuerdo se concluyó tras conversaciones bilaterales que tuvieron lugar la semana pasada en Pekín, las primeras de este tipo desde que Kim Jong-un, el joven hijo del fallecido líder, quien tomó las riendas del país.
Las autoridades norcoreanas afirmaron que Estados Unidos les prometió 240,000 toneladas de “ayuda alimentaria” y la posibilidad de obtener más posteriormente.
Corea del Norte indicó que permitirá que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) un organismo de control de las Naciones Unidas supervise la moratoria sobre el enriquecimiento de uranio.
Las potencias occidentales consideran que este enriquecimiento podría brindar a Corea del Norte un segundo camino para fabricar armas atómicas. El primero es el programa de plutonio que posiblemente haya permitido a este país producir el material necesario para fabricar entre seis y ocho armas atómicas.
Pyongyang agregó que Estados Unidos propuso discutir el levantamiento de las sanciones y el suministro de reactores de agua liviana para generar electricidad en forma prioritaria, una vez que se hubiera reanudado la negociación multilateral (Estados Unidos, Rusia, China, Japón, Corea del Norte y Corea del Sur) sobre su desarme nuclear.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, calificó de “modesto primer paso” la propuesta norcoreana.
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