Ahí estaba ayer: impune a la orilla de la vía, en el barrio San Luis, apestando el clima soleado de los alrededores.
Por mucho que se lleven los obreros de la Alcaldía de Managua, vuelve a nacer, como un cáncer visible y hediondo que se burla de la salud, como diciendo: “Soy tu pesadilla diaria, nunca podrás conmigo”. Y así parece ser, por más que se limpie, la basura siempre sigue ahí.
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