Los iraníes votaron ayer para renovar los 290 diputados de un Parlamento que seguirá dominado por los conservadores en el poder, mientras que la oposición rechazó participar para protestar contra la represión de la que ha sido víctima desde el 2009.
Si bien el resultado parece establecido de antemano, el Gobierno llamó a los 48 millones de electores iraníes a concurrir en masa a las urnas para marcar su apoyo al régimen. El presidente Mahmud Ahmadinejad llamó a la movilización para “dar un Parlamento fuerte y popular” al país.
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