Redacción/EFE
El veterano receptor que imponía respeto a compañeros y rivales con su presencia en la caja del diamante, Jason Varitek, mostró el lado más afectivo y sentimental en el momento de decir adiós a la competición activa.
Varitek pasó 15 temporadas como símbolo de los Medias Rojas de Boston, y con la imagen de un pelotero que nunca supo lo que era rendirse, al margen de lo que sucediese en el campo.
Además, su resistencia y tenacidad fueron las que de alguna manera definieron su carrera e impulsaron a los Medias Rojas de vuelta a la cima del mundo del beisbol con dos títulos de la Serie Mundial, siendo él capitán.
Varitek esta vez no llegó al campo de entrenamiento de los Medias Rojas para iniciar una nueva preparación de cara a la temporada del 2012, sino todo lo contrario, llegó para decir el adiós oficial a la competición activa.
Acompañado por su esposa y tres hijas, así como sus padres y decenas de compañeros observándolo a unos metros de distancia, un Varitek emocionado anunció oficialmente su retiro.
“Mis compañeros de equipo”, afirmó con voz temblorosa y los ojos llenos de lágrimas, “son lo que voy a extrañar más. Lo más difícil es dejar a tus compañeros y lo que han significado para ti a través de los años”.
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