Por su parte el periodista Guillermo Cortés señaló que debido al contexto actual ha creado una situación de desventaja para la ciudadanía, que cada vez tiene menos información.
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Gloria pIcón Duarte
“Por instrucciones superiores le notifico que a partir de la presente se cierra por tiempo indefinido el Diario LA PRENSA”. Fue el aviso abrupto que la Dirección de Medios del Ministerio del Interior hizo al Diario el 26 de junio de 1986, en uno de sus tantos intentos por silenciarlo. Sin embargo, el Diario se ha mantenido por 86 años, aunque hoy sufre una manera más sutil de censura, según su editor en jefe, Eduardo Enríquez.
Enríquez, en ocasión del día del periodista y el aniversario de LA PRENSA, dictó una conferencia el martes junto a los expertos en comunicación Guillermo Rothschuh y Guillermo Cortés titulada “Libertad de Expresión e Información, derechos que se disipan”. La conferencia fue organizada por la Fundación Friedrich Naumann.
Enríquez hizo una comparación del tipo de censura que había en la década de los ochenta con el periodo 2007-2010. Señaló que la diferencia radica en que ahora, debido al desarrollo de las nuevas tecnologías y las redes sociales, el cierre de un diario no detendría la circulación de la información, como sí lo hizo en la década de los ochenta, cuando el Diario fue suspendido en 42 ocasiones.
Sin embargo, el casi nulo acceso actual a la información pública, a pesar de que existe una Ley de Acceso a la Información Pública, los ataques constantes del Gobierno hacia la prensa independiente, el acoso y la compra de medios por parte de la familia gobernante o sus aliados lleva al mismo menoscabo de la libertad de expresión y de la libertad de información.
“Una ciudadanía que no tiene acceso a la información es cada vez menos ciudadanía”, dijo Enríquez.